Confidencias 21 Dos amigos de Eduardo para mí
Fecha: 26/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... nervios y me entró miedo de fallarle a Eduardo. Tomás me esperaba en la puerta, seguramente le habría avisado el conductor y me recogió la mochila diciéndome que Eduardo me espera en el gimnasio. -Lo siento, ya llevo yo la mochila a mí habitación, tengo que ir un momento al aseo. Era todo puro nervio y no me pasaba nada por lo que tuviera que preocuparme, me quité la ropa de medio cuerpo para abajo para asearme el culito aunque Edu ya me había dicho que usarían profiláctico, pero me avergonzaría que vieran cualquier suciedad en las gomas. Cambié el bóxer por un tanga de cintas laterales, quizá solo quisieran cogerme el culo, y me puse el pantalón, deseaban verme con el uniforme del colegio. Caminé rápido por el pasillo hasta el gimnasio donde me esperaban, Creo que los dos hombres que estaban con Eduardo eran los que el otro día hablaban con él en la entrada de sus oficinas. Ahora vistos de cerca uno de ellos era mayor aunque más joven que Eduardo y el otro como de la mitad de años, éste era muy robusto y alto, con cara cuadrada y barba corta solo en la perilla, moreno y algo calvo, el otro era delgado y alto también, por lo menos más que yo, afeitado y con el pelo blanco. -Acércate Oriol. Eduardo me hizo un gesto acompañando las palabras y llegué hasta ellos, los tres llevaban puesto un batín hasta las rodillas, como si hubieran estado haciendo ejercicio. Eduardo me abrazó muy cariñoso y solo me los presentó como unos amigos sin nombrarlos. Los dos me miraban detenidamente ...
... y Eduardo me hizo que me diera la vuelta ante ellos. -Resulta más guapo y atractivo de cerca, delicioso. Dijo el joven a la vez que se me acercaba para cogerme la barbilla. -Verdaderamente atractivo y sensual, vamos a pasar un buen momento. Bajó la cabeza y me dio un beso corto en la comisura de la boca. También el mayor se acercó y comenzó a tocarme el abdomen y las nalgas por encima del uniforme. -Duro y joven como me gustan y prefiero. -Oriol, ve adelantando con el señor. Me señaló al de la barbita. -Ahora vamos nosotros. Sonreí con coquetería al señor. -Sígueme, vamos a mi habitación. Me puse a andar y aunque no le sentía sabía que me seguía, mientras caminaba me quité la chaqueta moviendo levemente las caderas. Terminábamos de entrar y él cerró la puerta a sus espaldas, comencé a tirar de mi corbata para empezar a desnudarme. -No, déjame que yo lo haga. Dejé las manos en suspenso y volví a apretar el nudo. -Eres muy hermoso. Repetía lo que todos me dicen las primeras veces que me ven, pero no olvidaba mi papel. -¿Sí, te lo parezco? Y le sonreí atrevido provocándolo. -Tú ya lo sabes mocoso, eres bello y deseable, conmigo no juegues, solo te decía lo que es cierto y evidente. Resultaba un hombre difícil de contentar, no era un ordinario cualquiera. En lugar de desnudarme me miró de arriba abajo y me abrazó para besarme, suave al principio y luego con furia. -También sabes sabroso como fruta a punto de madurar. Un rico maricón al que me voy a comer. Me quitó la corbata y ...