Confidencias 21 Dos amigos de Eduardo para mí
Fecha: 26/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... estocadas larga y lentas, apretando los riñones para meterla hasta el fondo, lo podía notar por el juego de los músculos de su culo que rozaban mis pies. Una follada gustosa y rica que me hizo olvidarme de todo y de todos, vivía el momento para mi placer exclusivo y que el hombre me viera satisfecho para pagar a su animal vanidad. Me había olvidado de Eduardo y su prometida visita, y fue cuando mi amante comenzó a convulsionar y entre espasmos violentos derramar todo el semen de sus huevos, coincidió su rugido de placer con la abertura de la puerta. Yo aún no me había corrido y él como hombre de honor no lo podía permitir. Después de unos breves segundos, mientras se vaciaba entre sollozos, le acariciaba la espalda y el cuerpo llegando con las manos a sus potentes y tensas nalgas. -¡Qué gusto más rico! Follas de maravilla. Se elevó sobre los brazo y a pesar de la cara roja y sudada que tenía estaba satisfecho. Reanudó el bombeo y me concentré en mí placer para llegar al orgasmo y que viera compensado su trabajo. No me fue difícil porque su polla no perdía la dureza y al entran y salir iba expulsando la enorme cantidad de semen que me había metido, lo que temía sucedió, la goma se había roto y la leche inundado mi vientre. Sentí la lengua de Dulce que había entrado con Eduardo y el otro señor y saltado sobre la cama, el olor del semen era ya un dulce para él y lamía mi culo y la polla de mi follador para recoger el semen que extraía al bombearme el culo. Un placer añadido ...
... que logró que el clímax avanzara como un torrente por mi sangre, arrastrando la leche de mis huevos por la uretra hasta eyacular gritando ante la alegría de mi amante. Cayó rendido sobre mí y abracé su cabeza sobre mi cuello a la vez que acariciaba sus hombros para que se fuera calmando. Eduardo y el otro señor habían visto solamente el final, suficiente para que el visitante estuviera masturbando su verga, delgada y larga y la blandiera acercándose a la cama. -¿Has dejado algo para mí? Mi primer follador elevó el pecho separándolo del mío con un largo suspiro y destrabé las piernas soltándole aunque hubiera preferido que siguiera dentro de mi culo. Su verga salió para alegría de Dulce que no dejaba de comerse todo el semen que yo expulsaba, llevaba el condón roto pero aun ciñendo su polla. Me dispuso en el borde de la cama preparándome para su amigo, y ahora llegaba mí segundo round. No fue algo del otro mundo, su delgada verga entró en mí casi sin sentirla al estar inundado por el semen de su amigo, y una vez dentro apreté el culo para que él me notara y sintiera apretada su verga. Tenía que haber sido el primero en cogerme, cuando el ano estaba cerrado. Me bombeó unos minutos y comenzaba a cansarse, tiré de sus manos para que subiera a la cama conmigo y fui yo el que lo monté y cabalgué como buena amazona, moviendo el culo hasta que el señor me abrazó para que me detuviera y las últimas metidas las hizo él elevando la pelvis y vaciando sus huevos en el preservativo. Más o ...