LOCURA DE UNA NOCHE
Fecha: 26/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
No soy gay ni nada, pero un día pasó un episodio que es digno de describir, porque me ha movido el cerebro. Nos juntamos a tomar con varios amigos, y se nos pasó la mano a todos. Recuerdo haber ido al baño y al volver me tiré en la cama de la habitación en donde estamos con otros cuatro amigos. Dos de ellos estaban totalmente borrados y el tercero, no tanto. Me eché en la cama y al parecer me dormí algunos minutos, ya saben como es ese asunto, te tumbas y duerme, despiertas para fingir que sigues vivo pero estas con el cerebro muerto. En ese intertanto un amigo, el que estaba más lúcido se acostó a mi lado. Yo tengo panza, no estoy gordo ni flaco, mi amigo es igual a mí, pero más alto, ambos con barba gruesa De pronto siento que me stán metiendo la mano en el pantalón para tocarme el trasero, mi amigo se estaba acercando a mi y me quería besar. Medio despierto se lo permito, medio dormido lo rechazo. Pero pasó algo increíble, su barba rasposa con la mía me comenzó a calentar. Con sus manos toco mi trasero peludo y eso me calentó mucho. Comenzamos a besarnos delante de nuestros dos amigos, que a esa altura no sé si estaban conscientes o no. Nos besamos con calentura extrema, con ruido con lengua, con ganas. Rápidamente meto la mano en su pantalón y comienzo a tocar su trasero. También era peludo como yo, era algo muy raro, me calentaba mucho. Deslicé mis dedos por la línea de sus nalgas, y el comenzó a acelerar el ritmo de sus besos. Finalmente metí un dedo en su orto, lo ...
... sentí apretado y me costó metérselo al principio, “me duele un poco” me dijo, eso me gustó más aún y sin contemplación llegué al fondo, escuchando un clamor de placer en mi oreja que me hizo querer llegar más lejos. Nos besamos el cuello, las orejas, con lengua, pero su barba, su masculinidad con la mía sin nada de indicios de homosexualidad en nuestra amistad me generó una calentura nunca antes vivida con todas las mujer con las que he estado. “Salgamos” me dijo, se puso de pie y dejamos a nuestros amigos en la habitación (jamás supe si ellos notaron lo que pasó o no, no me interesa tampoco) Llegamos al Living de la casa en donde estábamos. Nos besamos mucho, nos comenzamos a tocar el pene por sobre la ropa, a tocarnos los traseros, a apretarlos a acariciarnos con ropa aún pero tocando piel. En algunos momentos intentamos separarnos y parar, pero él y yo queríamos saber que podría pasar. Nos sentamos en el suelo, el sacó mi pene y lo comenzó a masturbar, y lo dejé, él estaba realmente excitado, se quejaba de placer aún sin tocarlo. También saqué su pene. Estaba muy caliente, era delgado pero largo, lo sentí húmedo, ya había eyaculado al parecer y ya estaba caliente nuevamente. Sin pensarlo se lo comencé a chupar. Ese trozo de carne tibio, ese aroma a hombre, mis manos olian a trasero de hombre a sudor, y su pene a líquido seminal sutil, me gustó. Para mi sorpresa mi amigo no me dejó seguir con eso. Me desnudó el torso y comenzó a tocarme los pezones, a morderlos y languetear mi ...