Él tenía 12 años, y le decían "culón" 2°da Parte
Fecha: 27/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: obramaestra, Fuente: SexoSinTabues
... estaban con las ruedas desinfladas, así que le dije a Mati que al día siguiente lo ayudaría a llevarlas al "bicicletero" para que la ponga en condiciones. Me preguntó "por qué no ahora?", a lo que respondí con un simple "son casi las 7 de la tarde, están todas la bicicleterías cerradas". Además, había pasado todo el día bajo el sol en el agua, y estaba cansado. Nos quedamos sentados en la terraza de su casa, viendo el atardecer y a la gente que pasaba por el parque. Hablábamos de todo, del poco tiempo que pasaba con su hermano, de lo mucho que su mamá trabajaba, de la falta de interés de su padre por él, de las 3 semanas que me quedaría de vacaciones en la ciudad, etc... En un momento nos quedamos sin temas para hablar, así que lo miré, y noté que tenía un pequeño "bultito" entre sus piernas. Yo- "Jeje, parece que alguien se despertó". Le dije en tono de broma. Mati- "De qué hablas?... ¬¬ ". Me contestó sin entender lo que le decía. Yo- "Parece que se paró tu amiguito ´Marcelo´... " Le respondí siguiendo con la broma. Mati- "Qué Marcelo? ¬¬ ..." Me respondió con cara de WTF!. Yo- "Ash! Que se te paró el pene... jajaja @.@ ". Le contesté para no estar todo el día. Matias se miró su bultito, y me miró con cara de "pícaro". Se puso de pié, y en plena terraza de su casa, con una vista espectacular del atardecer y del parque. Me dijo: Mati- "Quieres verla?..." Y sin esperar mi respuesta se bajó el short dejándolo caer en sus pies, sobre el suelo. No le importaba que lo vieran, ...
... de hecho ya estaba bastante oscuro, y había una pared de un metro de alto que no permitía que nos viera nadie desde la calle. Yo -"Jeje, acércate un poco que lo saludo". Le dije atrapado por una excitación espectacular, ver ese pene pálido en el cuerpo de un morochito de 12 años, que estuvo todo el día bajo el sol, me podía, era mi debilidad. Matias se acercó hacia mí, que me había quedado sentado en el suelo, y tenía la altura justa para meterme ese manjar lampiño en la boca. Me metí todo su pene en mi boca, y jugaba con mi lengua, saboreándolo todo. Me encantaba que Mati me agarrara las orejas con sus manos, se ve que estaba aprendiendo rápido. Yo volví con mi "tecnica manoseadora", con mi mano izquierda le recorría sus nalgas, su raja, me gustaba tocarle la espalda, su barriga, sus piernas, esa piel hermosa que tenía. Y con la mano derecha lo pajeaba, le tocaba sus hermosos huevitos, su suave pubis lampiño. Recorrerle con mis manos el trayecto "ida y vuelta" entre sus huevitos y su ano, por debajo de sus hermosas y gruesas piernas, era la gloria!. Cada tanto lo miraba a la cara para ver si le gustaba lo que hacía, veía que miraba cómo su pene entraba y salía de mi boca, en tanto a veces me agarrába de las orejas, y otras veces me acariciaba la nuca. Ese pene, que en esta oportunidad no tenía gusto a jabón, tenía gusto salado y con aroma a transpiración. Yo intentaba recordar en qué momento pudo transpirar, y recordé que, cuando salimos del agua fuimos al baño, y luego ...