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(5) Cuestión de bragas
Fecha: 27/11/2018, Categorías: Lesbianas Sexualidad, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
... seguía emanando como una cascada de sexo. -UUUUUUUUH… -alzó Nekane la cabeza y apretó los ojos. Ahí venía el segundo orgasmo. Ana reía de felicidad. Con el dedo presionó el clítoris con firmeza y logrando que Nekane llegase a un tercer orgasmo. -Me muero… joder… AHHHHHHH, COÑO… -Un diez para el coño de Nekane –reía Ana. -Ay… uy… joder… buffff… -le llegaron a Nekane los espasmos orgásmicos y los bandazos. -Te has corrido como una campeona… o como una puta –seguía Ana riendo. -¿Cómo lo he hecho? –sudaba sofocada Nekane. -¿Puedes andar? -Creo que sí. -Ven conmigo –la cogió Ana de la mano y la llevó hasta la cama. Allí la empujó con agresividad y la tumbó en el colchón. Luego se subió encima de ella y empezaron los besos, las mordeduras y los arañazos de uñas. Se revolcaban y se reliaban entre las sábanas como perras en celo. -Cómemela, cabrona –ordenó Ana. -Ahora mismo, cariño. -Cariño no. Puta. -Eso quería decir –colocó Nekane la cara entre sus muslos y su lengua atravesó la cavidad afinada. -Ahhhhh, joder… -pegó Ana un repullo de placer. Nekane se agarró a los muslos de Ana y así estuvo tres minutos, sin sacar la lengua y serpenteando vaginalmente. -¡¡Puta hostia!!... AHHHHHH… dale, dale más… joderrrrr… -Ana se tapaba la cara con la almohada de tanto placer. Ana separó el culo del colchón y lo levantó, pero Nekane supo seguir el movimiento sin sacar la lengua. -Hija de puta qué bieennnnnn… mierdaaaaaahhh… Ana se retorcía como un contorsionista. Nekane hendió la boca y la ...
... lengua más aún haciendo gritar a Ana. Al cabo de dos minutos, Ana no aguantó más y alcanzó un orgasmo fastuoso, cinco segundos después vino un segundo orgasmo y un tercero que casi mata de placer a Ana. Y todo esto sin que Nekane sacase la lengua. -HOSTIAAAAAAHHH… putaaaaa… -llegó un cuarto orgasmo y luego Ana abrió los pulmones buscando aire con ansia. Quedó explayada en la cama con Cristo en la cruz. Y el caso es que Nekane seguía sin sacar la lengua. Ana jadeaba con todo el cuerpo cubierto por una película gruesa de sudor. -Quédate ahí abajo otro rato –pidió Ana y Nekane continuó lengüeteando. Ana cerró los ojos y se relajó con los muslos encima de los hombros de Nekane. Con el gusto de la lengua escudriñando sus entrañas, Ana se quedó dormida. Al cabo de cinco minutos, Nekane se dio cuenta y por fin sacó la lengua. Se arrimó a la cara de Ana y viendo que se enamoró de ella como una loca. La cubrió de besitos y mimos, y se durmió junto a ella. Cerró los ojos y al abrirlos ya era de noche. Nekane buscó a Ana y la encontró recién duchada y vistiéndose. -Ana, ¿te vas? -Sí, me recogen en cinco minutos. Nekane se bajó de la cama y se aproximó a ella para besarla. -Dame tu WhastApp. Quiero volverte a ver –se lo pidió Nekane. -Están en mis bragas –las señaló Ana sobre la mesa. Nekane hurgó en ellas y encontrando un número escrito a rotulador-. Me tengo que ir ya. -Ven aquí –volvió Nekane a besarla-. No me olvides. Ana sonrió y acabó de vestirse. Se despidieron con un tercer beso ...