1. Agustina y Agustín


    Fecha: 02/12/2018, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... tanque a él en lugar de ser al revés. Riendo, caballerosamente, me dijo que así sería pero que por verme no solo se dejaría llenar el tanque sino que hasta se dejaría embarazar. Bajé del coche y fui hasta mi departamento, no bien entrar mi madre me dijo: “Ya estaba por irme, pensé que no ibas a venir”, pero sin darle mayor importancia le dije “Ya vez que aquí estoy así que vamos”. Cuando estábamos almorzando con mi abuela y esta me dijo que me veía muy bien, mi madre le dijo que me debería de ver bien porque me había pasado toda la noche fuera de casa y no solo eso sino que había llegado cuando ella ya estaba por venir sola, pues pensó que se había olvidado que era domingo y que ese día era tradición que almorzábamos las tres juntas; sacada de mi centro, clavé en sus ojos mis ojos y le dije “si bien hubiese preferido seguir comiendo verga, las tradiciones se deben seguir”. Mi abuela, riéndose, me dijo que no me preocupase por lo que decía mi madre ya que seguramente lo decía de envidia porque posiblemente yo me casaría no como ella que se quedó soltera. Mi madre iba a decir algo pero mi abuela cambió, radicalmente, el tema de la charla. Al estar volviendo a casa me preguntó si por lo menos me había cuidado a lo que le dije que sí pues ya era grande como para saber cuidarme, pero su pregunta me hizo dudar sobre si las pastillas que llevaba dos meses sin tomar seguirían haciendo efecto, por lo que decidí ir, al día siguiente, a ver a mi ginecóloga. Al hacerlo y contarle lo que ...
    ... había pasado ella me dijo que las pastillas ya no estarían haciendo efecto y cuando le dije de volver a tomarlas me dijo que no porque habría que ver si no estaba embarazada, por lo que me recomendó esperar un par de semanas antes de ver que hacer, si es que había algo para hacer y me recomendó que usase preservativo si volvía a tener relaciones. Decidí entonces aguantarme y no coger con Agustín por lo menos durante esas dos semanas. Esa noche vino a cargar gas y mientras me pagó y yo le di el vuelto, disimuladamente me tocó el culo; yo mucha bola no le di, como no se la di en toda esa semana en que vino a cargar gas. Y cuando me dijo de vernos la noche de ese sábado le dije que lamentablemente no podría ser pero que nos veríamos es siguiente sábado y le resarciría con creces mi ausencia. A la semana siguiente, no pude contenerme más, por lo que le pedí que mientras me pagaba y le daba el vuelto, se sentase en el coche y me mostrase la pija, cosa que hizo la siguiente vez que vino; yo al verle la poronga, semidespierta, no pude contenerme y haciendo que le daba el vuelto se la toque, pero como debía ser fuerte, solo fue un pequeño toque. Cuando me dijo que el sábado nos veríamos y podría tocarla todo lo que quisiese, le dije obvio que lo haré y agregué y no solo te la tocaré, pero pudo más a duda que el deseo por lo cual no fui adonde nos teníamos que encontrar y cuando me llamó por teléfono para saber que me había pasado le dije que tenía fiebre. Me estuvo llamando casi cada ...
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