1. Mi venganza (5): Final


    Fecha: 04/12/2018, Categorías: Grandes Relatos, BDSM Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... las gracias. ¿Lo has entendido ya? Afirmó con la cabeza. ZASSS -AAAAGGGG. -No te he oído. ¿Lo has entendido? -SSsi, amo. -Bien, eso está bien. ZASSS -AAAAAGGGGG. Un golpe sobre una de sus tetas. -Uno, gracias amo. ZASSS -AAAAGGG. Otro golpe de abajo arriba en su coño. -Dos, gracias amo. -Vale, vale, vale. Paremos un momento. No te he explicado porqué te estoy castigando. ¿O lo sabes ya? -Por no salir a la calle vestida de puta. -No, no, no. Te castigo por no obedecerme. Cuando yo de diga algo, tu lo harás sin pensar en más. Tu único pensamiento será agradarme a mí. ¿Entendido? -Si amo. -Entonces, volvamos a empezar desde el primero. ZASSS -AAAAGGG. Un golpe sobre una de sus tetas. -Uno, gracias amo. ZASSS… Al día siguiente, misma escena, pero esta vez salió corriendo para que la viese la mínima cantidad de gente posible, pero corriendo con esos taconazos sin estar acostumbrada, tuvo dos caídas en las que se magulló piernas y brazos. Varias vecinas salieron a auxiliarla, pero las rechazó muerta de vergüenza. Desde donde estaba, pude escuchar a dos de ellas. -Te has dado cuenta. Va con el coño al aire, y esa falda ni siquiera se lo tapa. -Y las tetas. ¿Qué me dices de las tetas? Sueltas también, como cualquier guarra. -No, si ya sabía yo que esta tenía que ser una puta. Desde que se separó del marido… Dejé que esperase un buen rato, mientras le pitaban los vehículos que pasaban y los que entraban o salían se quedaban mirando. Cuando la recogí, me aparté a un cañaveral que ...
    ... había al lado de la urbanización, la hice salir y apoyar las manos en el capó del coche, me saqué el cinturón y le dije: -Por querer esconder lo guarra que eres, has estropeado es cuerpo que es mío, y eso solamente puedo hacerlo yo. Te voy a dar diez correazos y si mueves las manos del capó, volveremos a empezar. Y así lo hice. Levanté su falda y le di los correazos de rigor, tras lo cual, la llevé al trabajo. Al día siguiente, lo sabía toda la urbanización. A la hora de salir, hombres y mujeres la observaban desde los porches, ventanas o desde la propia calle, donde la esperaban paseando disimuladamente. Al tercer día, había dos vehículos detenidos en la parada, haciéndole proposiciones, mientras ella ocultaba su vergüenza vuelta de espaldas a ellos. -¿Qué ocurre? –Pregunté tras detener mi auto y bajar de él. -A ver si tienes más suerte que nosotros. No hay forma de sacarle cuánto cobra por dejarse follar o chuparla. –Dijo uno de ellos. -20 por mamada de diez minutos y 50 por follarla por cualquier agujero en media hora. Llegamos a un acuerdo y la hice subir al primer vehículo, que se metió en el huerto cercano, al abrigo del cañaveral. A los diez minutos volvieron, cambió de coche y realizó otro trabajo de diez minutos. La llevé a casa para que se lavase y de nuevo salimos para dejarla en su centro de trabajo Al día siguiente, fui preparado con una garrafa de agua y toallitas húmedas y secas. Al llegar había un solo vehículo, pero fui informado que tras el cañaveral, había ocho ...
«1234...10»