Mi venganza (5): Final
Fecha: 04/12/2018,
Categorías:
Grandes Relatos,
BDSM
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... camilla tipo ginecológico, donde los apoyos para pies podían separarse a voluntad. En este caso estaba abierta totalmente, con las rodillas hacia atrás y el culo ligeramente fuera del borde de la mesa, lo que dejaba su coño totalmente expuesto. En la boca llevaba una enorme bola negra. Los brazos atados a sendos lados de una barra que cruzaba bajo la mesa a la altura de su cabeza. A su lado, una mesa con material diverso, igual o similar a la de la otra vez y otra vacía, con una silla a su lado. En este caso, el tipo estaba vestido, y se cubría con una bata blanca, tipo médico y guantes de látex. Tomó de la mesita un tubo de goma con algo en los extremos, que luego pude ver que eran un succionador para el clítoris en un lado y una llavecita y un objeto para hacer el vacío en el otro. Lo primero que hizo fue separar los labios del coño y empezar a lamer y chupar el clítoris, que no tardó en estar erecto mientras ella soltaba gemidos ahogados por la bola de su boca. Mis instrucciones de no dejarla correrse y darle plantas estimulantes se seguían con precisión, entre otras cosas, porque eso hacía que estuviese caliente y lubricada casi constantemente, lo que facilitaba mucho su uso a los clientes, que lo agradecían con un mayor número de solicitudes de servicios. Una vez conseguida la máxima erección, colocó el succionador y manejó el bombín de vacío hasta que no dio más de si. En el otro extremo, el clítoris había doblado su tamaño. Mientras hacía efecto, se dedicó a meterle ...
... el dedo medio en el coño y moverlo despacio. Debía estar atacando su punto G, porque su cuerpo se arqueaba y movía lo poco que le dejaban las fijaciones. Si se excitaba mucho, cambiaba para metérselo por el ano, solo o en compañía de otros dedos. Una vez que el clítoris ya no dilataba más, manipuló la base del succionador que debió dejar algún tipo de anillo para impedir que recuperase su tamaño normal, que la cámara no me permitió ver, para luego abrir la espita y retirar el aparato. Después, tomó una aguja gruesa y hueca, de las de poner inyecciones y un rollo de alambre de cobre, del tipo utilizado en los bobinados de los motores eléctricos del que cortó un largo trozo, en uno de cuyos extremos hizo una filigrana en forma de T. Ambas cosas las dejó sobre el suave vientre de ella, que la hicieron estremecerse levemente. A continuación, echó líquido con un pulverizador, que debía ser desinfectante, mojando bien toda la zona, la aguja y el alambre. Seguidamente, tomó un globo con formato polla, con la parte para hincharlo de una longitud de unos 20 cm., que fue metiendo en su lubricado coño, ayudándose de un palito empujador, hasta que solamente quedó fuera la parte para hincharlo. Entonces, tomó los labios del coño, los emparejó por el borde y tomó un pellizco justo bajo el clítoris sobresaliente. Mientras lo sujetaba con una mano, tomó la aguja con la otra y la clavó por un lado, sin prisa, hasta que salió por el otro, entonces, tomó el alambre, encajó la punta que había ...