Una tarde de gimnasio - Relatos Eróticos

Una tarde de gimnasio

... tu agujerito. Apoyas tus manos en mi cabeza y me aprietas contra tu coño, quieres mi lengua bien adentro de ti, sigo recorriendote con ella mientras mis manos se posan en tus tetas y juegan con tus pezones. -Que bien sabes Layla. me encanta tu coñito. Sigues gimiendo hasta que me indicas que pare. te incorporas y te apoyas sobre el banco de mármol mirando al espejo ofreciendomelo todo. -mmmmm me encanta tenerte como una perrita. toda para mi. -Vamos nene, sé que lo estás deseando. Vamos. no tengas miedo. follame. Ladras un poquito como si fueras una perrita. y me siento excitado. Empiezo a acariciar tu coñito con un dedo, mientras con otro acaricio tu culito, luego empiezo a pasar mi lengua por tu coñito y noto como te gusta, poco a poco voy penetrándote con mi dedo, vas subiendo el volumen de tus gemidos. Me levanto, acerco mi y empiezo a metertela. me encanta mirar tu cara en el espejo mientras te follo. te cojo de las nalgas y la voy metiendo más, abres la boca con cara de placer mientras deslizas una mano a tu coñito y empiezas a masturbarlo. -¿Te gusta?. Asientes con la cabeza mientras mi polla acaba de entrar en tu coño, poco a poco la voy sacando y volviendo a meter. mas ...

... adentro. mis testículos chocan contra ti, la habitación se llena de ese sonido y de nuestros gemidos. Empezamos a gemir como animales en celo, aprieto tus nalgas y sigo follándote . tu pones una mano en mi culo y me aprietas mas adentro, la quieres toda entera dentro. -Así. tu perrita lo quiero todo. la quiere toda para ella. guau guau!!!! Gritas más alto, jadeas como una perrita en celo acompañada de los míos. AAhhhh nuestros gemidos se deben oir en todo el gimnasio, te cojo de la espalda y sigo follándote, casi me corro. -Quiero correrme zorrita, lo estoy deseando. -Siiii nene, correte. dame tu leche, lléname entera. dale a tu zorrita toda tu leche. Mi polla empieza a latir. a palpitar preparando su descarga de leche mientras ambos gemimos y gritamos de placer, al mismo tiempo, mi polla llena de leche tu coñito. Ambos estamos sudando, el agua sigue saliendo, no nos habíamos enterado. , saco la polla,sientas abierta de piernas acariciando tu coñito palpitante. nos miramos y deslizas tus pies hacia mi verga cubierta de leche y empiezas a masturbarme suavemente sacando hasta la última gota que quedaba. miras hacia la ducha y hacia allí nos vamos. aunque eso quizá sea otra historia.