Mi sobrina me masturbó
Fecha: 08/12/2018,
Categorías:
Incesto
Confesiones
Autor: Anonimo 59, Fuente: CuentoRelatos
... estar dándonos toqueteos uno y otro. La jovencita de 19 años y cuerpo en pleno desarrollo, baja al nivel de mi cintura, para tener una visión cercana al pene... Me bajo la pijama, hasta las rodillas, mientras su mano sigue acariciando el tolete con una delicadeza total, parecía hipnotizada. Con movimientos mastúrbales, Subía y bajaba una y otra vez despacito, me empezaban a llegar los síntomas de la eyaculación. Le pido que pare, que estaba a punto de ebullición, sin hacer caso siguió y siguió. Empieza a brotar uno y otro y otro chorro de hirviente semen, que caen sobre mi vientre. Me ve a la cara con una pícara sonrisa. Acerco su pecho desnudo y froto el mástil babeando sobre él, embarrándose de líquido lechoso. Luego se acomodó el bra, se levantó de la cama y se retiró. Sorprendido escucho que se encierra en su recamara. PARTE 2 Habían pasado unos días de aquella masturbada fenomenal, cuando volvimos a quedar a solas. Esta vez fui yo a su recamara. Toqué varias veces a la puerta y al no responder, la abrí... Estaba recostada en la cama en pijama, escuchando música con los audífonos puestos, al verme me pregunto si estaba aburrido, contestándole que sí. Inmediatamente, se movió a un lado para dejar espacio a que me acomodara en su cama, mientras se quitaba un audífono. —Qué pasa? —me pregunta con voz suave y cantada.... —Pagarte el favor que me hiciste la vez pasada. —No te lo estoy cobrando —me responde, sin voltear a verme. —No quiero esperar a que eso suceda. —Y como me ...
... vas a pagar? —me pregunta, sin mostrar interés. Sin responder, me acerco para darle un beso. Esta vez sus labios tensos, de esos besos que no se sienten o que se dan sin ganas. Contrariado, vuelvo a besarla, tomándola de la barbilla, para que abra su boca, después de unos segundos, corresponde. Mis manos recorren la silueta de su joven cuerpo, se coloca el audífono en el oído para seguir escuchando su música, mientras fajábamos sus manos inmóviles, pegadas a mi espalda. No actuaba como la vez pasada. —Hoy no quieres tocarme —le pregunto, con desconcierto. —Tú eres el que viene a pagarme, o no? —me responde con seguridad. Entendiendo la respuesta, seguí besándola y ahora la tocaba con más atrevimiento, ella solo se dejaba llevar. Levanto su blusa y le desabrocho el Bra, para ver sus hermosos pechos en pleno desarrollo... Los chupo, los lamo y los acaricio con los dedos, mientras ella se mordía los labios. Pego mi miembro en su entrepierna y hago presión con mi mano en su trasero redondo y duro. Después de estar unos minutos así, meto mi mano entre su panti, para ir bajándolo poco a poco, junto con la pijama. Froto, el monte de Venus, con escaso vello púbico, apenas creciendo, sigo acariciando esas partes, cuando siento la humedad vaginal entre mis dedos. Mi boca se entretenía entre la suya y sus pechos. Su respiración era acelerada. Introduzco lentamente el dedo entre sus labios vulvares, para dar movimientos circulares y de arriba-abajo. Me toma la mano intrusa, deteniendo la ...