1. AHORA SE QUE ES LO QUE QUIERE EL NEGRO


    Fecha: 16/10/2017, Categorías: Gays Autor: EROFANTASIES, Fuente: SexoSinTabues

    ... dejaba de ver todos sus movimientos. Cada vez que se acercaba a mí me tocaba la cintura o el hombro y como había mucha gente se pegaba a mí y no dejaba de rozarme y yo sentía su bulto muy prometedor; por lo que me empecé a obsesionar al grado de ponerme a propósito en su camino para ver que hacía. En una ocasión me di valor y baje mi brazo y como si fuera espontáneo, le froté su bulto con la palma de mi mano, el solo me miró fijamente y me sonrió. Me parecía que sabía lo mucho que lo deseaba pero solo me estaba manipulando para que consumiera más y tenerme entretenido. Como a las 2 de la madrugada, fue cuando él se ha cercó a mí, me tomo de la cintura, como quien toma un amigo para abrazarlo o saludarlo, y me empezó a sobar ligeramente mis nalgas y me dijo al oído : “Te gusta”, yo me quede congelado, de por sí ya estaba muy caliente , entonces actué rápidamente porque no me iba a quedar ahí toda la noche solo viéndolo y le seguí el juego y con mi mano le apreté suavemente su paquete cuidándome que nadie me viera y para sorpresa mía, cuando le voy tocando su pene la tenía enorme y algo gruesa por lo que pude sentir, y solo le dije: “ claro que me gusta y que rica la tienes “, él me contestó. “ ¿Si te gusta? Es toda tuya. “ . “¿A sí? y ¿cómo le hacemos para ir a mi cuarto?, le respondí sin dudarlo más y él me contestó: “Ve a tu cuarto y pide que te lleven una botella de vino espumoso y yo te la voy a llevar personalmente”. Sin perder más tiempo, cargue la cuenta del bar al ...
    ... cuarto y me dirigí a mi habitación y como me lo solicitó hice el pedido del vino espumoso por teléfono, me puse comodo, claro sin ropa interior en espera de que en verdad subiera pues me encontraba en verdad muy excitado. Como a los 20 minutos llegó y toco a mi puerta cuando le abrí me dijo muy serio y profesional: “Disculpe Señor solicito este servicio al cuarto “y le conteste que sí dejándolo pasar. Luego me explicó que había cámaras al inicio del pasillo que registraban todo y debía de parecer todo muy formal para que él no se viera afectado laboralmente. Sin que se lo indicará empezó a abrir el vino y a servirlo en dos copas una que me dio y otra que el tomo para luego hacer un brindis. Pero se detuvo porque sonrió al ver que yo no le quitaba ojo a su apretado y diminuto short. “¿En verdad Te gusta mi pinga, eh?”, me dijo abiertamente, “pues no tardes más tómala”. No pude contenerme más y me acerque por detrás de él. Comencé por besar su cuello y acariciar sus hombros y bíceps. Baje mis manos lentamente a su cintura, le levante su camiseta para mirar su marcado y hermoso abdomen con mi cabeza por encima de su hombro y la fui levantando cada vez más hasta admirar sus pechos que estaban como una roca de duros y por fin termine haciendo que se quitara la camiseta sin mangas que traía. Así pude palpar directamente su suave piel morena, lamerle sus tetillas y acariciar el enorme miembro que ya se le marcaba perfectamente por encima de su short. Se la sobé un rato sobre el short ...
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