1. Conservando la Inocencia


    Fecha: 12/12/2018, Categorías: Gays Autor: Piyero, Fuente: SexoSinTabues

    ... monstruo de cuentos infantiles que siempre estuvo debajo de mis sábanas, sobre mi cama, empujándome a este momento, este primer contacto. Bajé mis pantalones y él los suyos, y en mis interiores se marcaba una obscena tienda que rápidamente desmonté. Sus ojos se iluminaron, y su manita volvió a tocarme. Acercó su boquita a mi glande rosado, su lengüita más roja de lo que esperaba, su aliento candente sobre mi piel. Sentí como la humedad más tibia se apoderaba de cada una de las células de mu glande destapado, vi sus labios cubrir hasta una tercera parte de mi trozo de carne, y sentí la intensidad de un sueño al caer dormido, el temblor al sentir escalofríos, y la energía que rebotaba desde mi miembro hasta cada uno de mis dedos. Se separo de mi, se alejó un paso y sacó su pene diminuto. Devolví el favor con la esperanza de devolver mi pene a su lengua, a su garganta. Recuerdo que en ese momento deseé que fuera el pene de su primo, o de mi otro amigo, o el de alguien con un pene más desarrollado y grande. Entró todo en mi boca y faltó espacio. Chupé y saboreé. Y escuchamos la puerta de afuera moverse ...
    ... con calma. Me levanté. Ocultamos muestra obscenidad de la sucia mirada de los adultos y nos sentamos. Esa noche no pasó nada más. Me masturbé en mi soledad, claramente, humedeciendo mis manos en un intento fallido por reproducir la sensación de su boca. No fui su perrita, ni él la mía. No lo sometí, ni él a mi. No hubo interés alterno, ni perversión ni nada más que experimentar. Como dos amigos que se hacen cosquillas, o se columpian o estimulan sus necesidades hedonistas de alguna otra manera, el chupar nuestros penes no fue más que un acto de placer mutuo, con respeto e inocencia. Experimentar el sexo de ese modo fue para mí más erótico que la parsimonio pornografista que practico actualmente, como adulto jugando a ser un adulto, más que realmente siéndolo. La inexperiencia fue un gozo. Y a pesar de haber tenido mi primer contacto sexual, seguí sintiéndome inocente durante muchos años. Con Carlos se repitió varias veces. Mejoramos, buscamos más experiencias. 16 años más tarde seguimos siendo amigos con derechos. Todo lo que ha pasado en ese tiempo… bueno. Supongo que deberé dejarlo para la próxima. 
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