Amatista -6
Fecha: 13/12/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos
... si estoy ocupado. Al negarle con la cabeza, entra y empieza a consultarme cosas del trabajo. Le pido que se siente, ante la evidencia de e lo que esta a punto de descubrir. Se sienta sonrojada, sin dejar de mirar al suelo, intentando mirarme a la cara, pero no lo consigue. Se fija más en el sujetador, en el bulto de la camisa que hace más de blusa. - No lo sabía - dice. Me quedo pensando sin saber a qué se refiere. - ¿ Qué quieres decir ?. - A que no sabía de tu tendencia. No lo aparentabas, pero si es así como te sientes, realmente eres, por mi no hay problema. Solo que espero que no afecte al trabajo. Y que tendré que acostumbrarme, supongo. - Gracias -. Es mi respuesta. Aunque en realidad pienso en que si supiera lo demás, que soy sumiso y que me debo a Usted, no sé si se liaría. Y más si viera lo que hay debajo de la mesa. Se retira, mirando el sujetador y añade "ya les gustaría a muchas lucirlo como tú". La evidencia no puede dar más muestras. Me hago cargo de lo que piensa y no puedo hacer otra cosa que aceptarlo. Que vea afeminado, marica, con esta mezcla de ropa entre hombre serio, digno, y gay con lencería femenina rozando cada centímetro de mi piel. Me siento de Usted. Un paso más a pertenecerle en la forma y condición que desee. - Bien flor, parece que ha pasado algo inevitable - llega el mensaje de mi ansiada Señora Mundo -. La verdad, con lo salida que vas no me extraña. No creo que debamos decepcionarla, ¿no creees?, al menos de momento - temo Sus palabras, lo ...
... que haya querido decir con ellas -. Desata el tallo, no sea que se lastime. Y termina la tarde tranquilamente. Cuando te vayas, ponte los pantalones encima de la ropa que llevas puesta hasta que entres en el coche y te vuelves a quitar los pantalones hasta tu casa, quizás alguien te vea y te suelte un piropo o una marranada. Hoy quiero que en el coche también dejes la cam puesta, así podremos ver cómo te va el paseo. Rapido desato la pollita, marcada por el cordón que tan intensamente la ha mantenido unida al cajón. De las cuerdas que sujetan la silla a la mesa no ha dicho nada, por lo que no las toco. Tampoco podría sin desatar antes los cordones que unen los huevecillos a la silla, ni las piernas dobladas al asiento. La tarde pasa rápida, tranquila, con la mente en mil cosas distintas. Mi compañera se asoma a la puerta para despedirse, volviendo a mirar los pechos que la tienen tan intrigada. - Hemos estado hablando de las fotos que ha recibido. Bueno, le he dicho que yo también las tengo, casi me caigo de la silla cuando las he visto - leo en el mensaje de laura -. Menos mal que no sabe de quién son, aunque quería saber quién ha podido enviarlas y por qué a nosotras. Ya ves, flor, al final nos hemos reido juntas y yo hasta me he puesto cachonda, viéndonos ahí, exhibidas. Bueno, yo también me voy a casa. Me despido de ella también por mensaje. Me desato los huevecillos, consiguiendo un mínimo de libertas de movimientos y torciendo el tronco, inclinándome a un lado y otro ...