Las vivencias de Quim
Fecha: 16/12/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... misma nos abrazamos y nos dimos un largo y profundo beso. Aquí ya no pude aguantarme y pasé una mano por debajo del top acariciando un pecho que me trastornó. ¡Qué tetas que tenía!, Macizas, y bien puestas. Seguro que ella tenía que notar el enorme bulto que se me había formado debajo de los pantalones, pero no hizo ningún comentario. Cuando nos despedimos me invitó a comer en casa de sus padres, yo aluciné, pero acepté inmediatamente. Volví para Barcelona sin saber que pensar de lo acontecido aquella noche y puedo aseguraros que al día siguiente quedé todavía peor. Al día siguiente llegué al bar hacia la una, estaba abierto con media docena de clientes y en la barra una mujer joven, muy guapa y muy parecida a Montse. Montse era la chica con la que había estado bailando, y aquella mujer debía ser con seguridad su madre. Cuando llegué a la barra Mujer.- ¿Tu debes ser Joaquín? Quim.- Sí señora. Montse me... Mujer.- Como no retires lo de señora te vas a quedar sin comer. Me llamo Luisa. Quim.- Perdone Luisa... Luisa.- Todavía sigues mal, me has de tratar de tu, me parece que no nos llevamos tantos años. Quim.- De acuerdo, procurare tenerlo en cuenta. Luisa.- Sube al piso de arriba, la encontraras durmiendo en su habitación. Bastante cortado por el hecho de que me hiciese subir a la habitación de su hija, pasé la puerta que me había indicado encontrándome en una sala-comedor inmensa y muy bien decorada. Lo que más me impresionó es el gran ventanal que daba a un patio bastante ...
... grande, con piscina incluida. Vi la escalera que subía al piso de arriba y todavía sin saber claramente qué hacía allí, subí. Me encontré en un rellano con dos puertas, una de ellas abierta y que daba a la habitación de matrimonio. Abrí con cuidado la otra puerta y se me salieron los ojos de sitio, echada sobre la cama estaba Montse desnuda del todo, era una diosa. La visión de aquel cuerpo desnudo puso mi polla a reventar. Estaba dudando en lo que tenía que hacer cuando oí unos pasos que subían, era la madre Luisa.- Si no la sacudes fuerte no se despertara. Me puse rojo como un tomate, titubeando terminé de abrir la puerta Luisa.- No seas vergonzoso, no me digas que no has visto a una mujer desnuda. Terminé de entrar y poniendo la mano en su hombro la sacudí ligeramente. Ella se desperezó lentamente quedando totalmente boca arriba. Era impresionante el cuerpazo que tenía aquella chiquilla. Volví a sacudirla ligeramente y entonces entreabrió los ojos Montse.- uhau... Ha, eres tí, ¿si que has venido temprano? Quim.- Son casi la una y media. Montse.- ¿Tan tarde, es? Siéntate aquí a mi lado y hazme unos mimos para despertarme. Os confieso que la polla me dolía de lo tiesa que la tenía. No sabía realmente qué hacer, oía a su madre trastear en la habitación de al lado. Me senté en el borde de la cama y le puse una mano encima del estomago, tenía una piel muy suave. Como apenas moví la mano Montse.- Anda tonto, acaríciame un poco que no te voy a comer. Fui subiendo lentamente la mano ...