Las vivencias de Quim
Fecha: 16/12/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que tenía en él estomago hasta llegar a una de sus preciosas tetas. Se la estuve acariciando y el mugro se le puso tieso, alargué la otra mano acariciándole la otra teta hasta que tuvo los dos mugrones tiesos. De golpe se incorporó, quedándose sentada en la cama y pasándome los brazos por el cuello me abrazó y me dio un largo beso en la boca. Cuando separamos las bocas, se levantó de la cama y fue al lavabo. Tenía lavabo propio y no cerró la puerta, desde donde estaba oí perfectamente como orinaba. Se dio una rápida ducha y se puso una camiseta de deporte como única vestimenta, le llegaba justo por debajo de las nalgas del culo. Bajamos al bar donde ella misma se hizo un café con leche para ella y otro para mí. Quedé extrañado de la naturalidad con que respondió a los piropos que le dijeron los clientes del bar. Era una pasada, ya que por los escotes de la camiseta le podíamos ver perfectamente las tetas. Después de tomarnos el café con leche Montse.- ¿Qué te gustaría hacer? Quim.- La verdad es que no lo sé. Por supuesto que estar contigo, pero decide tú misma. Montse.- La verdad es que aunque he dormido bastante, me encuentro todavía cansada. Me gustaría quedarme a tomar el sol y bañarme, ¿qué te parece? Quim.- Me parece muy bien, pero no llevo bañador. Montse.-No lo necesitas para nada, pero si has de estar más tranquilo te puedo dejar uno de mi padre. Volvimos a entrar y fuimos directamente al patio. De un cuartucho sacó un slip y me preguntó sí me servia. Lo tomé y ...
... después de sacarme la ropa me lo puse, me iba raquítico pero como mínimo tapaba mi polla, aunque supongo que si me excitaba no serviría de nada. Mientras me había cambiado, ella ya estaba desnuda echada en una toalla de playa. Estuvimos tomando el sol y bañándonos. Sus padres salieron hacia las tres y media y mientras el padre encendió el fuego, la madre preparó los ingredientes de la paella. Al cabo de un rato la madre nos advirtió que en 20 minutos estaría la paella lista. Montse cogiéndome de la mano me hizo subir al piso diciéndome que nos íbamos a duchar. Nos metimos los dos en la ducha y esto sí que fue demasiado. Nos enjabonamos mutuamente, por no decir que nos estuvimos acariciando por todo el cuerpo, estaba súper excitado y por lo poco que la conocía, ella también lo estaba. De pronto subió una pierna y con la mano me cogió la polla y se la fue introduciendo en el coño. Estaba tan excitado que inmediatamente colaboré en la penetración y con un par de empujones se la metí del todo. Entonces se colgó de mi cuello, levantando y pasando las piernas por la espalda. Nos empezamos a mover y tuve que hacer grandes esfuerzos para controlarme. Cuando noté que ella empezaba a tener los espasmos del orgasmo, me solté y tuve una corrida impresionante. Seguimos abrazados un buen rato y finalmente nos terminamos de duchar y salimos. No sabéis la vergüenza que pasé, tuve que bajar desnudo porque tenía la ropa en el jardín. Me vestí rápidamente, pero no pude evitar el que me viesen, ya que ...