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Las vivencias de Quim
Fecha: 16/12/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... empezamos a acariciarnos, nos acariciamos por todo el cuerpo sin dejar un rincón por explorar. Le pedí que no me acariciase con tanta intensidad ya que no podría aguantar. Después de las caricias seguimos con los besos y lametones con la lengua, también por todo el cuerpo. Cuando le pedí que volviese a parar, su respuesta fue introducirse entera la polla y comérsela frenéticamente. No aguanté mucho, notar como con el capullo le tocaba la campanilla provocó rápidamente mi orgasmo, llenando su preciosa boca con mi esperma. Todavía tragadores mi esperma me dijo que le comiese el coño y a ello me puse con toda la aplicación que pude. Le lamí y le besé desde el pequeño agujero del culo hasta llegar al escondido botoncito, el clítoris. No sé cuántos orgasmos tuvo, pero sí que os puedo asegurar que rápidamente me recobré y volví a tener la polla dispuesta para la guerra. Llegó un momento en que después de uno de los innumerables orgasmos me pidió que parase, que la dejase recuperar. La recuperación fue una cuestión rápida, pronto se incorpora y se puso encima mío introduciendo la polla hasta lo más profundo de su coño. Lentamente empezó a moverse, tomó totalmente la iniciativa, iba a su ritmo dándose todo el placer posible hasta que llegó un momento en que noté cómo su respiración se aceleraba. Comenzó a moverme intentando acompasar mis movimientos a los suyos, fue demencial, no tengo palabras para explicar el orgasmo que tuve. Ella succionaba mi polla con los labios del coño como si quisiera tragársela entera. Me dejó derrotado, aunque me parece que ella también lo estaba. Había sido un orgasmo sensacional, nunca en mi vida había disfrutado tanto del sexo. Con las pocas fuerzas que le quedaban intento que mi miembro se recuperase, pero no fue posible y nos quedamos dormidos fundidos en un abrazo. Os prometo que otro día seguiré con mi historia, pero de momento os dejo. Espero que os haya gustado.