1. Soy la puta de mi abuelito


    Fecha: 17/12/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Lucia0117, Fuente: CuentoRelatos

    ... había marcha atrás, mi abuelo me manipulaba con pericia, crucé el punto de no retorno. Esas manos anchas y cálidas, junto a esa boca ardiente, me provocaban un éxtasis nunca antes conocido por mí… quizás solo fue la irreal situación… ¿irreal? Cuando desperté de mi enajenación, por un instante, mi abuelo ya me estaba desabotonando la faldita de colegio para luego quedar al descubierto mi diminuta tanguita color rosado. Me dejé hacer, y mi abuelo me tendió sobre mi cama, besándome de nuevo, su panza pegada a la mía, luego fue bajando, deteniéndose un rato más en mis "melones", luego, prosiguió su exquisito descenso hasta llegar a mi concha que ya parecía fuente de tanto líquido que rezumaba. Mi abuelo restregó su cara contra mi sexo… -¡Aaay, abuelito, así, así! -chillé. Mi abuelo me lamió y me mordisqueó por sobre mi prenda, misma que después oí romperse y mi abuelo la retiró, pudiendo por fin, sentir su lengua directamente en mi vagina- Oooh, hazme tuya, abuelito, qué rico… Sus dedos invadieron mi intimidad y, de manera instintiva, abrí más mis piernas, para que mi amado abuelo jugara como quisiera con mis genitales, teniéndome en su poder… incluso llegó a introducir sus dedos en mi culo, que a todo esto, lo tenía virgen y mi abuelo lo notó sin duda. Yo me mantuve con mis ojos cerrados, sólo sintiendo oleada tras oleada de placer, entonces sentí a mi abuelo encima de mí, abrí mis ojos y hallé su mirada… destilaba deseo, y por lo que vio en la mía… no sé, el caso es que… me la ...
    ... metió… Despacio; cerré mis ojos de inmediato, abriendo mi boca sin emitir ningún sonido… mi abuelo era consciente que podía hacerme daño con esa cosota, así que me lo hizo lenta y deliciosamente, entrando ese animal, abriéndose paso entre mis trémulas paredes, ensanchándolas… nunca había tenido adentro algo tan rechoncho… -¿Te gusta, Lucia, te gusta mi pinga? -¡Sí, abuelito, sí, la tiene bien rica, hágame suya, jódame! Yo ya no era yo, rodeé el grueso cuello de mi abuelo con mis brazos y me entregué a ese desenfrenado placer incestuoso. Mi abuelo sujetó mis contorneadas piernas con sus brazos y empezó a castigarme con más furia… -¡Ah, sí, abuelito, me mata, máteme, vióleme… lo amo! -Decí que sos mi puta. -¡Uff, qué delicia, soy su puta, abuelito, soy su puta, toda suya! Qué bien me sentí al decir esas cosas. Noté que mi abuelo transpiraba a chorros, costándole mucho esfuerzo bombearme en esa posición. -Amor, acuéstese, si quiere lo ahorco y lo mato -le dije, refiriéndome a cabalgarlo. Mi abuelito se inclinó a mí y nos dimos un obsceno beso de lengua que duró casi el minuto, luego obedeció y se acostó boca arriba, yo me acomodé, sentándome a horcajadas sobre sus caderas… Entonces experimenté uno de los más grandes placeres de mi vida, que fue, sentarme poco a poco en esa pija descomunal. -¡Vamos, trágala toda, perra, puta inmunda! -me instó mi abuelo. -¡Oooohh, qué bien se siente, qué delicia! -gemí, cuando me la encajé completa, sintiendo algo inmenso trabado en mi pelvis, y ...
«12...4567»