El macho de la casa (3)
Fecha: 18/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: wendy1988, Fuente: SexoSinTabues
... martes de súper, cuando no la dejaba que me reventara para aguantarle jugando la mañana completa, tiempo que su abuela se tardaba en el mandado. Esas mañanas eran de verdad infames, no había agujerito que no le lamiera. Sus hermosas y llenitas piernas y nalguitas eran víctimas de mis dientes y de mi lengua. Su boca, a eso de las 11:00 am, resollaba de mi leche. Ya para esas horas se la había besado hasta el cansancio, metiéndole toda la lengua hasta la campanilla y se la había llenado varias veces con mi suero espeso. A veces, cuando regresaba mi suegra de sus compras, la niña ya estaba acostada otra vez, fatigada de tanto abuso al que la sometía su querido tío político. Eso sí, ya bien bañada y con la boca lavada varias veces con su cepillito dental. –Se durmió la niña otra vez?, preguntaba la señora. –Sí, se acaba de dormir suegra, dijo que anoche no pudo dormir, que oía ruidos y tenía miedo, le di de desayunar y le dije que se metiera a bañar, luego la vi cabeceando en la silla y le dije que se recostara hasta que usted regresara, que yo la iba a cuidar, le decía yo amablemente preocupado. –Esta niña!, es muy miedosa, no dudo que haya estado con el ojo pelón toda la noche, pobrecita. Cuando mi suegra salía a algún trámite o encargo, yo buscaba la forma de separar a Marymar o a Noraimita aparte con alguna excusa, para que las otras niñas no notaran sus ausencias. Con mi cuñada los avances eran notables, nuestros besos eran auténticas batallas de lenguas y salivas, su ...
... destreza al besar me ponía muy caliente. En mi cama nos dedicábamos a disfrutarnos mutuamente, como una pareja de amantes, con largos y húmedos besos y caricias de las más excitantes. Enseñándole a disfrutar de los hombres. Ya no sólo yo gozaba de mis abundantes venidas, sino que ella también tenía múltiples orgasmos ayudada con mi lengua, cuando le quitaba el calzoncito y me clavaba de cara en sus ingles, a disfrutar de la dulzura de sus partes sonrosadas. Hasta se puede decir que hubo un cambio en la rutina de nuestros "juegos", ya que si al principio el mamarme la verga era el número estelar, ahora el chuparle la vagina se había vuelto el eje de nuestra relación. La muy perrita incluso andaba por la casa sin calzón, sólo con un vestido holgado, o blusa y falda, pero esta última siempre holgadita, suelta. Eso facilitaba que en donde estuviéramos, en donde nos encontráramos, ya sea en la sala, el comedor, la escalera, un baño, la lavandería, etc., ella, después de un par de minutos de besos lengüetazos, me pudiera poner de rodillas y levantándose la falda, me hiciera comerle el coñito aunque fuera un ratito. El colmo sucedió como al mes de la primera vez, incluso en esa ocasión se desvirgó, así es, ella sola se desvirgó, me explico: Precisamente, en la lavandería, mientras su madre estaba en la cocina, a 5 metros de nosotros, salí con Marymar "a buscar una herramienta", debajo del lavadero, en unas cubetas de plástico con fierros. Mientras mi cuñadita vigilaba a mi suegra por la ...