1. Me gusta más que me toquen otros


    Fecha: 04/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el otro para escalar por ella pero ahora Álvaro estaba en esa edad en la que empezaban a interesarle las chicas, como a mí los hombres, pero él lo hacía de un modo que a veces a mí me hacía sentir excluida de su vida; no me contaba lo que hacía y ya no siempre me dejaba salir con él y sus amigos. No me apetecía quedarme en la orilla con Diego a tirar piedras al agua y contar los botes que daba antes de hundirse, ya no era divertido, quería acercarme a jugar con Álvaro y las chicas pero mi hermano no me había invitado y yo como buena pava era muy orgullosa. Miré a primo y le dije. -¿Nos bañamos? -Vale- y salió corriendo hasta zambullirse de cabeza a pocos metros de la orilla, sacó la cabeza y empezó a salpicarme con el agua fría para hacer más difícil mi entrada al mar. -Estáte quieto Diego, no seas niñato- y como no paraba me sumergí de golpe en el agua. Nade rápido mar adentro para deshacerme del incordio de mi primo y cuando lo hube dejado atrás haciendo absurdas piruetas en la orilla dejé que mi cuerpo se balanceara con las olas. Me gustaba la caricia del mar y en un impulso adolescente miré alrededor, me quité el bañador y después de enrollarlo en mi muñeca para no perderlo empecé a nadar desnuda en paralelo a la orilla. Estaba alejados del campamento y el grupo de chicas que estaban con mi hermano se veían al fondo de la playa como pequeños muñecos de futbolín danzando. Volví la vista para buscar a Diego en la orilla pero no lo vi. Me puse de espalda y haciendo el muerto ...
    ... sobre la superficie del mar dejé que el sol de media tarde espiara mi desnudo. Estaba cálida con los brazos extendidos y las piernas entreabiertas, sentía las olas intentando colarse entre mis piernas, haciéndome cosquillas, me gustaba. En ese momento de relajación casi erótica la cabeza de Diego surgió de las profundidades apareciendo entre mis piernas y agarrándome los tobillos, "¡Tú eres tonto niño!" grité y me sumergí de golpe para evitar que me viera desnuda pero ya era demasiado tarde. Él no se lo esperaba, sólo venía a jugar como un niño, quería hacerme una ahogadilla y no había podido porque al agarrarme los tobillos se encontró de frente con mi desnudo. Lo miré enfadada y cuando iba a gritarle de nuevo diciéndole que era un estúpido idiota vi como dos lágrimas avergonzadas se escapaban de sus ojos. -Lo siento Sandra, no sabía que.... perdóname...- y se dio la vuelta para regresar a la orilla. -Espera Diego, no te vayas- me había roto el corazón, pobrecillo- ven, no te vayas. Nadó lento de nuevo hacia mí y se paró a más de medio metro de donde yo estaba. -Siento, haberte gritado, es que me asusté, no te esperaba- me miraba sonrojado sin decir nada- ¿me perdonas? -Yo no tengo nada que perdonarte prima, perdóname tú porque...- miró el agua que envolvía mi cuerpo desnudo y después miró mi bañador en la muñeca...- no sabía que estabas así. - ¿Así, cómo Diego?- empecé a jugar con él para ver qué le pasaba. Miré la playa, el campamento estaba lejos y Álvaro jugaba olvidado ...
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