1. Me gusta más que me toquen otros


    Fecha: 04/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... como una ola desde ellos, subía por el rabo, lo sentí caliente subir por debajo de mis manos, no sabía qué era pero seguro que a mi primo le estaba gustando porque gemía mucho así que meneé las manos más rápido y sin que pudiera reaccionar se derramó justo cuando me la había metido entera de nuevo en la boca, me llenó la garganta y empecé a tragar para no ahogarme, como vi que cuanto más movía las manos y seguía tragando Dieguito más decía siiii, mmmmm,aahhhh,siiii, continué chupando hasta que dejó de salirle el chorro. Tenía un sabor raro pero me gustó aquello caliente desbordándose dentro de mi boca escuchando el placer del chico sin dejar de tocarme. -¿Te ha gustado primo? -Sí mucho- seguía tocándome pero más despacio. Me senté bocarriba con las piernas abiertas y cogí su mano. -Sé que te ha gustado Dieguito- meneé sus manos por toda mi raja mojada- pero si quieres que vuelva a hacértelo otra vez vas a tener que hacerme el gusto a mí- me miró inocente incorporándose. Lo besé violentamente con la lengua hasta la garganta y bajé su cabeza a mis tetas- chupa, Diego, como si fuera tu mamá y quisieras comer de mí Empezó a chupar como un bebé hambriento y cuando le apreté la cara contra mis tersos pezones empezó a juguetear con ellos y su lengua. -¿Qué más sabes hacer con la lengua, primo? -¿Cómo?- no me entendía Bajé su cabeza hasta mi vientre, se dejaba hacer así que seguí empujándolo y lo miré. "Enséñame lo que sabes hacer con esa lengüita, métesela a la primita en el ...
    ... chumino, como en la boca, muévela dentro...." Empezó a chuparme despacio, a girar la lengua en punta sobre mi clítoris y se atrevió a metérmela y moverla dentro, rápido, con fuerza como yo se la había metido en la boca. Me gustaba mucho sentir a primo lamiéndome toda, chupándome los labios, la vulva, el clítoris. Estaba muy salida y le llevé los dedos a la raja del chocho, no sabía si metérselos porque yo no me los meto muy adentro y no sabía qué iba a hacerme él pero su lengua en mi botoncito me tenía muy salida así que aproveché mis flujos y empecé a empujarle el dedo índice en mi vagina, el sólo lo movía cuando yo le movía la mano así que perdí el miedo y dejé que siguiera meneando la lengua dándome escalofrías en el clítoris y moví con más fuerza su dedito en mi coñito. "¡Qué gusto, mmmm!", el gemido fue incontrolado "síí, Diego, sigue así, mmmmm ¡qué gusto me das! sigue Diego, no pares porfavor, sigue, sííí...". Me vine en gemidos y con unos chorros que nunca había echado al tocarme a solas, estaba agotada, pero los espasmos de mi cuerpo continuaron hasta que me vacié. Dieguito seguía lamiéndome como un perrito, recogiéndome toda por las ingles, secándome, me pasaba los dedos y seguía chupando por si salía más, me contorsionaba en sus caricias y él seguía juguetón, inocente, descubriendo los movimientos de mi sexo cada vez que lo tocaba, lo mira absorto, sonriendo como ante un regalo deseado. Chupaba y me miraba para ver qué hacía yo y yo lo acariciaba por la frente, con las ...
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