Mi hermosa tía
Fecha: 20/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... regocijándose de las miradas y reacciones de los muchachos que la veían pasar, es más, como que me quiero acordar que al caminar paraba más de lo acostumbrado su cola, seguramente lo hacía para despertar pasiones también, y lo conseguía, al menos en mi. Claro, todo esto entre muchas otras más y mejores. Han pasado ya muchos años, obviamente éstos la han cambiado, aunque en esencia es la misma, ahora, años después (yo tengo 28 y ella 43), sus caderas se habían ensanchado más, sus senos eran más grandes y ciertamente se le notaban firmes aunque no lo crean tras haber amamantado a dos hijos, una niña (actualmente una hermosísima señorita de la que después les contaré cómo terminó en mis brazos una semana después) y un pequeño. Tal vez sus medidas no sean perfectas, pero sigue muy buena, debe andar por los 96 de pecho, 85 de cintura y 105 de cadera; su cara la sigo viendo como la de un ángel, pues para mi sigue igual de bella que en aquel tiempo, aunque tal vez se le note una que otra pequeña imperfección; también quizá con el tiempo y su vida marital subió de peso, pero de igual forma la seguía viendo muy rica, y lo que es muy cierto, es que se había puesto como los buenos vinos, con los años cada vez mejor, creo que todas las señoras de esa edad deben ser muy atractivas y bastante antojables para los hombres de mi edad (cuántos de ustedes no han soñado alguna vez poder echarse un polvo con una madura); al menos esa apariencia me da, y es al ver sus movimientos corporales, ...
... cuando habla, cuando ríe, que la distingo como una diosa, se me figura que lo hace de una manera tan sutil que parece alcanzar la sensualidad y experiencia que sólo los años otorgan; por otro lado, su forma de vestir no es la que se supone sea de una señora de cuarenta y tantos, al contrario, es muy jovial, a veces la he visto con jeans ajustados, blusas ceñidas y escotadas, siempre bien arreglada; en general, la definiría en tres palabras como una "mujer cachondamente sexy". Así era ella hasta la última vez que la vi, obviamente años antes de estas recién terminadas vacaciones de verano, pues desde hace más de 15 años ella vive en otra ciudad lo bastante retirada como para no vernos tan seguido como me gustaría. Como dije, ella se casó, tuvo a su hija, se fue a vivir lejos y tuvo a su otro hijo; y yo, por el contrario, sigo soltero, me titulé y vivo tranquilo. Pero aquí no termina todo, esto que he narrado ha sido finalmente para que se dieran una idea de cómo ha sido esa relación, pues ahora viene lo mejor, y para una buena comprensión y disfrute iré relatando cómo se fueron dando las cosas. Fue precisamente días antes de que comenzaran estas vacaciones de verano del 2004, cuando me enteré que ella vendría a vacacionar en compañía desde luego de sus hijos, la verdad es que desde que supe que ella vendría me puse feliz, pues la vería una vez más después de tal vez 5 años de no hacerlo, pero principalmente porque al mismo tiempo me había enterado de que ella, mi tía Anel, en todo ...