Martinito - Relatos Eróticos

Martinito

... cayese, ahora si tenía que notar en todo su esplendor mi verga en su ortito, no pasó nada más hasta que llegamos al laguito, nos dirigimos hacia donde iba con Darío y le dije de bañarnos, me fui desnudando hasta que quede totalmente desnudo, los ojitos de Martinito solo se dirigían a mi semierecta verga, le dije que se desnudase también que por allí no iba nunca nadie y un poco remolón lo hizo y me dio la espalda mostrándome su ortito empinado, pensé que pronto seria mío y escandalosamente me metí en el agua, el me siguió, me dijo que no sabía nadar apenas y yo le dije que lo enseñaría, sonrió y me dijo que bien, lo agarre por la barriga y lo puse en horizontal para explicarle como le daba a las manos y los pies, el disfrutaba aprendiendo y luego me puse detrás le dije para agarrarlo por la cintura y ver como movía los pies, él no me negaba nada y me puse entre los pies, le dije que subiera un poco más su ortito y le dije que le diera a las manos y a los pies mientras yo lo tenía agarrado por la cintura, fui avanzando poco a poco hasta que le encaje mi verga entre sus nalguitas, él se paró un instante y yo lo invite a que siguiera moviéndose que lo estaba haciendo muy bien, me obedeció y por dios ahí estaba yo con mi verga encajada entre sus nalguitas y moviéndolas, me falto poco para correrme pero aguante, le dije que era hora de salir y secarnos un poco me eche boca arriba tras unas piedras para que no me vieran por si alguien venia y él se echó pero boca abajo porque ...

... seguro le daba vergüenza que lo viera, con disimulo me eche más arriba le dije para poder vigilar si alguien venia y le deje mi verga a la altura de su cara, me hice el dormido y disimulando me gire hacia Martinito quedándole mi verga a escasos 10-20 cm. de su cara, yo miraba entre ojos como el no paraba de mirarla todo el tiempo lo que hizo que me creciera totalmente quedando casi pegada a su carita que no perdía detalle, notaba su respiración pues él no se movió de donde estaba, allí estaba mi verga en todo esplendor con las venas remarcadas, la cabeza fuera brillando desafiante a escasos cts. de la carita de Martinito, hasta que nos fuimos estuvimos así. Con el cuento del calor repetimos la misma rutina durante una semana, hasta que ya me di cuenta de que Martinito era quien buscaba disimuladamente el contacto de mi verga cuando veníamos en el caballo y sobre todo cuando nos bañábamos, entonces cuando estábamos echados cogiendo sol y se la ponía cerquita de su cara me moví como en sueños y le toque con la punta en un cachete y luego en la boca, el seguía sin decir nada y entonces me dije que tenía que dar otro paso más y me volví a mover otra vez pero más lento y se la puse en la boca dejándosela pegada para ver que hacía, él se mantuvo igual pero al poco saco su lengüita y la paso por la punta y luego miro hacia mí, yo seguí haciéndome el dormido y le presione un poquito más en su boquita, el la abrió dejando entrar la punta, no pasó nada de tiempo cuando note que el chupaba y ...