1. La reeducación de Areana (21)


    Fecha: 23/12/2018, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... desvestirse en el momento en que Milena regresaba con el consolador. Cuando Lucía estuvo desnuda y con el arnés puesto, Rocío exclamó muy entusiasmada y con los ojos clavados en el falo artificial: -¡Con eso me voy a coger por el culo a la vieja! –y presa de la excitación comenzó a desnudarse. Guadalupe no quiso ser menos y también se quitó las ropas con movimientos nerviosos. Ante tanta desnudez femenina y tan alta cuota de sadismo, Milena se sintió ganada por la calentura y se desnudó también buscando con la mirada a Guadalupe, que luego de unos segundos pareció advertir esa mirada penetrante y giró la cabeza hacia la asistente. -Vení, pichona… le dijo Milena entornando los ojos y deslizando su lengua por los labios, lentamente. Guadalupe fue hacia ella mientras le sonreía . -Sí, decime… -murmuró provocativa. Milena le acarició primero suavemente y luego con alguna rudeza las tetas y acercando su cara a la de la chica le dijo: -Areana tiene para rato con Lucía… -Sí… ¿y entonces?... –preguntó Guadalupe mirando fijamente a los ojos a Milena, que sonrió mientras le sostenía la mirada. -Estoy muy cachonda… ¿y vos, nena?... -Y, no sé… ¿querés fijarte?... –propuso pícaramente Guadalupe. Milena deslizó entonces su mano derecha lentamente hacia abajo y al llegar a destino percibió lo mojada que estaba la chica. Mientras tanto, Lucía había envaselinado el falo artificial luego de colocarse el arnes y mientras Areana seguía gimoteando dolorida sobre el antebrazo del sofá puso un ...
    ... poco de vaselina en el orificio anal de su víctima, sostuvo el ariete con su mano derecha y lo fue dirigiendo hacia el objetivo. Cuando lo tuvo a escasos centímetros le ordenó a la niña: -Separate las nalgas, basura. Resignadamente entregada al deseo de Lucía la esclavita obedeció y tuvo un estremecimiento al sentir la punta del consolador presionando contra su entradita. Recordó cuánto había sufrido cuando Lucía la había penetrado brutalmente días antes por esa misma vía y entonces la angustia hizo que comenzará a sollozar otra vez. Entretanto Milena y Guadalupe yacían sobre la alfombra, besándose una y otra vez en las bocas, sobándose las tetas y másturbándose una a la otra entre gemidos y jadeos de placer. Por su parte Rocío, viendo lo que ocurría a su alrededor no pudo ni quiso permanecer como espectadora y se acercó a Eva, que mantenía la cabeza gacha para no ver a su hija martirizada por Lucía. Ya junto a Eva, Rocío alzó su pie derecho hasta colocarlo bajo la barbilla de la esclava y le levantó la cabeza obligándola a mirarla: -Te llegó el turno, vieja, seguime. –le dijo a la atribulada mujer y se dirigió hacia el sofá donde Areana acababa de ser penetrada por Lucía con tal violencia que lanzó un largo grito de dolor. Eva, desplazándose de rodillas detrás de Rocío, se estremeció en tanto las lágrimas asomaban a sus ojos ante el padecimiento de su hija, que no cesaba de aullar mientras el falo artificial avanzaba y retrocedía dentro de su pobre culo y su violadora reía a ...
«1234...»