La reeducación de Areana (21)
Fecha: 23/12/2018,
Categorías:
Dominación
Lesbianas
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... mostró toda la documentación y la esclava se retiró conforme por la buena marcha de la empresa, aunque su mayor tranquilidad no se basaba en el rédito económico, en su elevado sueldo mensual ni en los jugosos dividendos que le eran liquidados anualmente, sino en que esa opulencia económica le permitía sumirse por completo y exclusivamente en su vida de esclava, en su entrega absoluta a los designios de su dueña, la señora Amalia, que Milena implementaba con eficiencia y total impiedad. Mientras tanto, cuando Eva se reunía en su fábrica con el ceo, en la escuela Areana era llevada al baño durante el recreo largo, para recibir una dura paliza. Guadalupe quedó de guardia en la puerta y ante la inminencia del castigo, mientras Lucía la empujaba y Rocío le daba un puñetazo en los riñones, la esclavita rogó: -Por favor, chicas, no me peguen… ¡Por favor, por favor!... -¡¿Chicas?! ¡¿chicas nos llamaste, puta de mierda?! ¡Somos tus Amas, basura! ¡¡¡TUS AMAS!!!... -Sí, sí… perdón, Ama Lucía, perdón… -se desesperó Areana. -No hay perdón que valga, pedazo de basura. –dijo Lucía y la golpiza arreció hasta que los puñetazos en las tetas, las costillas y el vientre la ...
... derribaron al borde de perder el sentido. Entre las dos agresoras la pusieron de pie y la arrastraron hasta el lavatorio, la inclinaron con rudeza hasta colocarle la cabeza bajo una de las canillas, que Lucía abrió para que el agua fría cayera sobre la nuca de la niña. Por fin, después de algunos minutos Areana pareció recuperarse y entonces ambas la enderezaron un poco, le mojaron varias veces la cara y finalmente la sacaron del baño cuando sonaba el timbre que indicaba el fin del recreo. -Oíme, basura mloliente, ahora en clase que nadie se dé cuenta de nada. ¿Entendés? -Sí… Sí, Ama Lucía… Sí… -murmuró Areana con un hilo de voz, muy dolorida por la paliza. Más tarde, a la salida y antes de autorizarla a iniciar el camino hacia su casa, Lucía le dijo: -Andá sabiendo que te tengo una sorpresa para el viernes en la clase de la Godínez. –y soltó una risita ante la expresión de alarma que se dibujó de inmediato en el rostro de Areana. Durante todo el camino se sintió agitada por el temor, pero al mismo tiempo por una creciente excitación ante la perversa y misteriosa promesa de Lucía, mientras persistía el dolor de los puñetazos recibidos en el baño de la escuela. (Continuará)