Perversión de una embarazada fumadora
Fecha: 23/12/2018,
Categorías:
BDSM
Fetichismo
Autor: Lucyfer, Fuente: CuentoRelatos
... fondo pertenece a mi hija, yo no puedo disponer de él, pero ella tampoco podrá hacerlo hasta que yo muera, y hasta entonces seré usufructuaria. Es decir, las rentas (tres mil euros mensuales) serán mías hasta que fallezca, y tras ello pasarán a mi hija, junto a la plena disposición del capital. De esa forma mi padre me aseguró una pensión suficiente de por vida y la herencia de su nieta. -Muy inteligente. -Claro. Por eso se hizo rico. En fin, lo que quería decir es que ya tengo una hija y que también podría asumir sin problemas la crianza de otro hijo incluso sin pareja, pero no sé si me apetece demasiado. Quedarme preñada de Javi y dejar seguir el embarazo fue cosa de morbo, pero no creo que me haga demasiada gracia tener otro crío en casa. Dio otro sorbo y nuevamente se hizo uno de esos silencios de transición. -Bebes mucho para tu estado, ¿no? Sonrió. -¿Quieres volver a eso? Yo también lo hice. -¿Por qué no? -Está bien. No soy una alcohólica, pero me gusta pillar mis ciegos de vez en cuando. -Y es evidente que el embarazo tampoco te supone problema para eso. -En absoluto. Reímos. -Hay veces que con pillar el puntillo va bien, pero en otras te apetece pillar una borrachera monumental, de esas en que, si no acabas en el wáter echando la pota. Risas. -Y esta noche es una de esas ocasiones. -Por supuesto. Más risas. -¿Y qué opinan tus amantes de eso? –pregunté con malicia-. -Una embarazada con un ciego como un piano también tiene su morbo –respondió ella con ésta también. ...
... Sonrió enigmática. -¿Por qué lo preguntas? –continuó desviando de nuevo la mirada a un lado y hacia abajo, sin perder esa sonrisa-. ¿Te dará asco morrearte conmigo cuando haya echado hasta la primera papilla? Consiguió cogerme por sorpresa otra vez. Debió resultar cómica la expresión en mi cara. -¡Oh, vamos!... Ambos sabemos que esta noche acabaremos en la cama. Mayor sorpresa todavía. ¡Aquella mujer era increíble! -Estás muy segura de ti misma, ¿no? -Llevas toda la noche mirándome las tetas. Estás a cinco minutos de conversación de echarme los trastos, lo sabes. -¿Y si no lo hiciera? –quise hacerme un tanto el difícil yo con una sonrisa. Mera pose, formaba parte del flirteo. -Oh, bueno… entonces te los echaría yo a ti. O mejor, me echaría sobre ti para comerte la boca, y tú no me harías la cobra. También lo sabemos ambos perfectamente. Risas. -Creí que te gustaban los jovencitos. -Me gustan los jovencitos. -¿Y los tíos de tu edad? -En absoluto. Me sorprendió de nuevo. Había esperado otra respuesta. -¿En qué edad pones el límite? Se encogió de hombros. -De vez en cuando me enrollo con alguno alrededor de los treinta, pero lo ideal es que no pasen de los veinticinco. -Joder… ¿Entonces? Yo ya paso bien los cuarenta. -Lo tuyo no tiene que ver con la atracción física, también lo sabes. Estás muy bueno y todo eso, pero no eres mi tipo. Para mí eres demasiado pureta. -Vaya… -protesté y reímos de nuevo, intentando disimular yo que el comentario había tocado fibra sensible. -No hagas ...