1. Perversión de una embarazada fumadora


    Fecha: 23/12/2018, Categorías: BDSM Fetichismo Autor: Lucyfer, Fuente: CuentoRelatos

    ... preguntas cuya respuesta te pueda incomodar –se defendió ella con adorable desparpajo-. Yo suelo ser sincera. Sólo miento cuando tengo algo que ganar con ello. -Ya veo… ¿Y qué es lo que has encontrado en este cuarentón pues para que desees acabar esta noche en la cama con él? -Ya lo sabes. Me gusta provocar. Me excita hacerlo. Y esta noche me he pasado diez pueblos provocándote. Me he puesto a mil haciéndolo. Ahora mismo tengo el coño tan baboso y encharcado, que casi siento sus paredes deslizar entre ellas al caminar. Alguien tiene que poner solución a eso, y visto que ello no parece entrar en los planes de Sergio esta noche… -Total, que soy el segundo plato. -Algo así –reconoció con su irresistible sonrisa. Debiera haberme sentido ofendido en mi amor propio con aquello, pero no fue así. Aquella mujer era demasiado excitante, demasiado fascinante. Alargué el brazo para cogerle una teta con la mano. Sin tapujos ya, con esta ladeada para mejor apreciar el tacto de su pezón contra mi palma. Llevaba provocándome con éstos desde que salimos de casa de Miguel. Se había cambiado de ropa allí, poniéndose un vestidito de hilo con falda a media pierna y escotado, blanco y con estampado de flores coloradas. Algo más bien primaveral, pasaría frío con él en la calle, pero salió con un abrigo y ahora estábamos a cubierto y cálidos. Manías de mujeres. Son coquetas. Se lo había prestado Eva, la chica de Miguel. Al estar ésta algo rellenita y tener Miryam esos tetones, entraba bien en él a ...
    ... pesar de su barriga y le favorecía bastante. Estaba duro como una piedra. Era como si se hubiera colocado un dedal de metal, de esos que se usan para coser, cubriéndolo. De tener punta, casi hubiera podido taladrar mi mano para asomar por el dorso. -Me he cambiado de vestido por ti –afirmó mirándome con una sonrisa de complicidad. -¿Sí?... -Sí. La tela vaquera es más basta, no marca tan perfectamente los pezones. Quería provocarte, que vieras perfectamente cómo los tengo por tu “culpa”. -¿Por qué no nos dejamos pues de rituales de cortejo y llamamos un taxi que nos lleve a mi casa para que me folles? ¡¡TOMA YAAAA!! ¡Mm-merengue, merengue! -Me parece un plan de puta madre. Pero antes, otro gin-tónic. Quiero verte bien borracha, como has prometido acabarías hoy. Rio adorablemente mis palabras. *********************** Nos morreamos con vicio y ganas en el ascensor mientras éste nos llevaba hasta su planta, la séptima del edificio. Algo podríamos apasionado hasta lo que podríamos llamar ya directamente cerdo, con nuestras babas escando incontenibles de las bocas para derramarse por las barbillas y resbalar cuello abajo. Yo aprovechaba para sobarle con avaricia sus enormes tetas, llegando a liberar una de ellas de la prisión de su escote para devorarla como un león a punto de perecer de hambre pueda devorar una gacela. Ella se limitó a gemir de placer. Ni siquiera nos preocupamos por vigilar cuándo llegábamos al piso de destino y se abría la puerta. De haber habido alguien allí, ...
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