Perversión de una embarazada fumadora
Fecha: 23/12/2018,
Categorías:
BDSM
Fetichismo
Autor: Lucyfer, Fuente: CuentoRelatos
... labios para dar una profunda calada. Acto seguido, se inclinó sobre ella para colocar la boquilla contra el orificio de su coño y meterla allí. -Vamos, pequeño bastardo… disfruta del tabaco. ¡Realmente fue algo increíble, delirante, ver cómo aquella vagina se contraía y dilataba para hacer como que fumaba! No hubiera sabido decir si realmente estaba inhalando el humo por el coño, pero el efecto era como si así fuera, sin dejar ella de sonreír en ningún momento. Estuve tentado de excusarme para ir al aseo a pajearme como un loco, pero hubiera resultado demasiado evidente que ese era el verdadero motivo para ir allí. Y además seguía ocupado por los anfitriones. -Oye, nosotros ya casi estamos –informó al cabo de unos minutos Eva, la novia de Miguel, saliendo al salón-. Si tenéis que hacer algo antes de salir, que sea ya. -Claro –aceptó el chaval. Obviamente, sabían ambos de qué hablaban-. Vamos, que nos hemos distraído con tanta guasa –conminó a la morenaza. Se levantaron ambos entonces para, cogidos de la mano, dirigirse a unos de los dormitorios. Los siguientes quince minutos los pasamos excitándonos con los suspiros y gemidos que, acompañados del sonido de la cama al crujir y al chocar contra la pared, llegaban hasta nosotros perfectamente audibles. ******************************* Una vez en el pub la cosa cambió un tercio. El rubiales, una vez desahogado su apetito sexual, se distanció un tanto de Miryam para centrarse en sus colegas y el ritmo de idas y venias al WC que ...
... mantenían. Al cabo de una media hora se evidenciaba ya bastante enzarpado y con claras muestras de continuar la noche por otros derroteros bien distintos a los que había seguido hasta entonces. Ella por su parte, delataba cierto fastidio en su mirada y actitud, especialmente en el momento en que los chavales comenzaron un acercamiento a unas chicas de su edad que andaban por allí también. Los celos hacían mella en ella ahora, pero se esforzaba en mantenerse tranquila y lo disimulaba bastante bien. Sin embargo, no debía haber quedado ella tan saciada como él tras su revolcón. Emitía claras señales de hembra en celo que busca aparearse y, no estando ya el macho elegido por la labor, su fastidio y frustración se hacían evidentes. Poco a poco se le fue pasando, volviendo su interés a la conversación conmigo, único de los varones del grupo medianamente sobrio y que, a su vez, emitía señales por su parte en sintonía con aquellas. El instinto de la hembra supo captarlas perfectamente, llegando un momento en que charlábamos en la barra los dos solos ante sendos gin-tónics. -Ha sido súper excitante lo que ha pasado en casa de Miguel. Rio ligeramente. -Te he puesto cachondo, ¿eh? -¡Ni te imaginas! Volvió a reír. Su risa resultaba muy agradable y sensual, como todo en ella. -Me gusta jugar. -Ya lo he visto. Ahora sólo sonrió, desviando la mirada hacia abajo y a un lado. -¿Está Javi al corriente de tus “aficiones”? -Claro. Es decir… no sabe que le pongo los cuernos. Está al tanto de mis ...