SEXO CON MI SUEGRA
Fecha: 18/10/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Sexo Duro
Autor: yepe, Fuente: xHamster
... veía con ella. O vestida. En los 15 años que llevaba casado con su hija no recuerdo nunca haber visto a mi suegra en camisón. Mi suegra era muy recatada y jamás se había permitido estar delante de mí de otra manera que no fuese vestida correctamente, en bata, o en un discreto bañador cuando estábamos en la piscina. Teníamos mucha confianza, nos llevábamos muy bien, hablábamos de temas muy variados y generalmente coincidíamos en muchos puntos de vista sobre distintos aspectos de la vida. Yo admiraba su estilo y su elegancia, además de saberla guapa, aunque nunca jamás había tenido ningún “mal pensamiento” sobre ella. Inés tenía una especial predilección por mi, marido de su hija pequeña y padre de cuatro de sus siete nietos. Me atendía solícita cada vez que pasábamos unos días en su casa y, cuando en verano nos juntábamos la familia, todos solían bromear con que yo era el yerno mimado. Al ver lo que vi, en una pudorosa reacción casi instintiva, bajé de nuevo los ojos a donde los había tenido hasta ese momento. A la propia escalera y a los pies de mi suegra. Ella seguía hablándome, pero mi mente ya no se apartaba de lo que acababa de ver…No puede evitar volver a levantar la vista. Miré de nuevo hacia arriba. Inés se seguía afanando en frotar enérgicamente el mosaico. A ambos extremos del penúltimo peldaño, sus pies estaban separados, buscando la adecuada estabilidad para hacer mejor los movimientos que le exigía la limpieza a fondo que estaba realizando. De vez en cuando, en ...
... un complicado equilibrio, se ponía incluso de puntillas para llegar más alto. Pero todo eso era accesorio. Lo que mis ojos volvieron a buscar de nuevo era lo que acababan de ver instantes antes. Y no les costó nada. Más bien lo contrario. Lo difícil era levantar la mirada y no reparar en aquel asombroso panorama. Al final de sus largas piernas, los dos cachetes del culo se ofrecían a mi vista en una espectacular perspectiva directa. Allí mismo, a medio metro de mis ojos. En la apretada línea que los separaba, se marcaba un pequeño ensanchamiento que indicaba claramente el lugar en el que estaba el agujerito del ano. A continuación, la línea se volvía a apretar un poquito hacia adelante, para enseguida convertirse en la delgada hendidura del coño….un sugerente y atractivo coño…¡joder!...¡era el de mi suegra!...pero me tenía hipnotizado…lo estaba viendo al detalle…¡estaba semidepilado!...Tan solo unos incipientes pelillos que parecían empezar a salir…pero la raja del coño se veía nítida, en toda su plenitud. Apretadita, al igual que los cachetes del culo…pero también con una pequeña abertura a su comienzo, cerca del perineo, que indicaba el lugar prohibido de entrada a aquel sexo espectacular…¡joder!..¡joder!...¡y joder!...que estaba viéndole todo eso a mi suegra….Ella seguía con su limpieza, ajena por completo a lo que yo estaba contemplando y, por supuesto, más ajena aún a la fruición y el detalle con la que mis ojos -y mi mente-, “analizaban” cada recoveco de su sexo…Acerqué ...