Quiero que se cojan a mi novia
Fecha: 28/12/2018,
Categorías:
Hetero
Sexo en Grupo
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... llevársela a la boca. Finalmente, Santiago tomó la iniciativa. Puso la mano en la nuca de mi novia, y empujó su cabeza hacia adelante, mientras con la otra, apuntaba su lanza y la clavaba justo en el blanco. Emilia abrió la boca y se ayudó con las manos para mamar la verga invasora. Lo hizo con pasión, como yo sabía que lo hacía. Un hilo de baba caía de su boca, mientras el miembro venoso entraba y salía, una y otra vez. Yo noté que también se me hacía agua la boca, mientras ella se atragantaba con la pija que la violaba. Y pensar que cuando se lo propuse me había tomado por demente. Hace rato venía sospechando que se acostaba con otros tipos, para satisfacer las necesidades que yo no podía satisfacer. Ella siempre lo negó, pero era imposible que me quite la idea de la cabeza. ¿Cómo iba a creer que una yegua tan sexual como ella, se iba a conformar conmigo? Por eso decidí abandonarla, aunque me destrozó el corazón. Y cuando ella, luego de varios meses, me llamó preguntándome qué tenía que hacer para volver conmigo, mi respuesta fue “quiero verte coger con otros”. Ahora Santiago acababa en la cara de la mujer que amo. Y en ese momento la amé más que nunca. Ella se fue al baño a limpiarse, y en la habitación quedamos los dos hombres solos, acompañados de un silencio denso que yo me encargue de cortar diciéndole “me gusta lo que le estás haciendo a mi novia. Ahora quiero que te la cojas bien” ¿Quién iba a pensar que después de tantos urólogos, el que terminó por ayudarme fue ...
... un terapeuta? En una de las sesiones habíamos profundizado en las supuestas infidelidades de Emilia. En un momento me preguntó ¿qué le hace sentir saber que se acuesta con otros?, yo le contesté rápidamente: “Rabia, indignación. Me siento traicionado”, pero el psicólogo aclaró: “no me refiero a la traición, sino a la idea de que esté con otros, al acto sexual en sí mismo ¿cómo se siente respecto a eso?”. Entonces, luego de un largo silencio me sinceré y le respondí: “Me gusta. Me calienta imaginarme que otros se la cogen. Me fascina la idea de verla recibir placer, aunque no sea yo el que se lo dé” Y ahora estaba llevando la fantasía a la realidad, y mi amada me acompañaba en ese camino demencial. Volvió del baño con una sonrisa. Yo le sonreí, esta vez con sinceridad. Le dije te amo. Salí del rincón oscuro. La abracé, le di un beso apasionado. Ella me agarró de la verga y se sorprendió de lo dura que estaba. “no digas nada”, le dije al oído, “andá a cogértelo. Quiero ver cómo te coge. Divertite. Te amo”, yo también te amo, me dijo, y dio unos pasos hasta llegar a la cama. Se sacó la remera, y luego la pollera. Santiago ya estaba con la pija dura, babosa, con fuerte olor a sexo. Emilia se acostó boca arriba, y abrió las piernas para recibir la lanza de Santiago, que entró despacio, mientras ella hundía sus uñas en los hombros de él, y se mordía los labios al sentir la verga adentro suyo. Santiago, lentamente intensificó los movimientos pélvicos. Yo vi su culo peludo menearse ...