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Las bragas de mi suegra
Fecha: 28/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Seguro que mi suegro no te da caña y tu seguro que necesitas este mástil, duro y con aguante. En ese momento me hizo tumbar en el suelo y me puso todo el enorme culo en la cara, aquel con el que yo había estado soñando durante mucho tiempo. - Ahora te lo vas a comer todo, cerdo, me decía, comete este culo sucio y después me limpiaras el coño, ya que venia a lavármelo, me lo vas a lavar con la lengua. No me lo hubiera imaginado de mi suegra, se puso a ordenarme desesperadamente que la diera lengüetazas y que la limpiara bien el coño y el culo a la vez yo sentía un placer y un morbo indescriptibles. Me estaba comiendo a mi suegra y se me pasaba por la cabeza mi mujer, pero eso no era problema en ese momento. Yo la dije: - A ver si nos van a pillar. - Calla guarro, y sigue comiendo. No te gustaban las guarrerias de mi culo? pues ahora te lo vas a comer entero. De repente y cuando me estaba comiendo ese enorme culo, la muy cerda me empezó a mear en la cara y me hizo beberme parte de su pis. - Si tu eres un guarro, yo soy una puerca así que ahora me vas a hace disfrutar a ...
... mí. Empezó ella a comerme el rabo con una maestría impresionante y me dijo: - Ahora échame toda la leche en la cara, que tengo sed. La situación era impresionante. Me estaba tirando a mi suegra y me estaba demostrando que era una autentica sucia viciosa como yo. Me estaba tratando como a un esclavo sexual y yo disfrutaba maravillas. Estuvimos follando y comiéndonos durante una hora hasta que dije que lo dejábamos por si venia mi mujer. A ella le daba igual. - Déjame que goce un poco más cabronazo, que mi hija ya te la come todos los días. Yo ya me solté y me vestí y la veo que se vuelve a poner otra vez las bragas y se tira un pedo impresionante y me las da diciendo: - Toma estas de recuerdo, para que te las comas. Las bragas estaban bastante sucias y encima ahora con un poco de mierda incluidas. Me hizo comérmelas delante suyas y a continuación me las guarde. Llegaron los demás a casa y nos pusimos a ver la tele como si nada hubiera pasado. Así seguimos todavía echando polvos cuando podemos, que es bastante a menudo, y así fue como descubrí la zorra que es mi suegra.