1. La tía Mercedes


    Fecha: 31/12/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    ... hacia mi pelvis y comenzó a refregarse sobre mi miembro, mientras me pedía que la follara. En una de esas, mi pene se ubicó en su ojete y haciéndome el distraído empujé un poco para ver que reacción había. Hubo un pequeño respingo junto a un suspiro que interpreté como su aceptación. Sin querer estaba logrando lo que no me había animado a proponerle.Dudé en seguir porque así en seco me parecía que iba a ser muy violento porque mi tranca estaba durísima y le iba a dañar el culo. Muy despacio le pregunté al oído• Sigo?• No sé. Tengo mucha curiosidad pero también miedo a que me duela, tu verga es muy gruesa.• Debo entender que quieres por lo tanto debo seguir. Voy a tratar de que no te duela. Me dejas?• Con cuidado por favor.Unté mis dedos con mucha saliva y los jugos de su coño y empecé a dedear su ojete. Primero el dedo mayor abriendo espacio, luego el anular y finalmente el índice. Me llevó unos minutos pero al fin su esfínter cedió. Mojé mi picha con más saliva y le puse la cabeza en el agujero y arremetí despacio esperando su reacción. Hubo un gesto de separación pero como la tenía tomada de la cintura, no permití que me quitara. Me quedé un rato quieto aguardando que el chiquito se amoldara al huésped y luego comencé con un vaivén lento pero continuado.• Duele Mecha?• Un poco mi amor pero se me ...
    ... está pasando. Para mí es una sensación rara porque es la primera vez que me lo hacen, pero me está gustando. Sigue mi niño.• Me place mucho que te vaya gustando. Espero que poco a poco vayas empezando a gozarlo.Seguí con mis embates cada vez más fuertes y seguidos. Busqué su concha para frotarle el clítoris pero su mano ya estaba haciendo la tarea. Volví sobre sus tetas para apretarlas y sobarlas mientras sentía que mis testículos empezaban a contraerse anunciando una explosión de semen. No pude más y descargué lo que me quedaba. Al sentir el chorro en su entraña, Mecha aceleró su paja descargando otro orgasmo que la hizo vibrar.La abracé fuerte mientras le decía que lo mucho que me había gustado ese polvo. Ella confesó que también lo había gozado y que habiéndolo probado seguramente lo volvería a repetir de buena gana.Así nos ganó la noche. Cansados, satisfechos y felices a nuestro modo. Mecha había satisfecho necesidades reprimidas por años, mientras que yo había completado una noche impensada cuando me llegué a su casa. Después de esa oportunidad, nació entre ambos una complicidad que nos llevó a repetir la velada cuantas veces pudimos, y así lo hicimos por algunos años hasta que tuve que desplazarme a otra ciudad por mi trabajo. Como dije, hubo otras oportunidades que quizás den motivo a otro relato. 
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