El tutor Sr. López
Fecha: 06/01/2019,
Categorías:
Dominación
Autor: Juanspanker, Fuente: CuentoRelatos
... indignación, pero a la vez resignada a su suerte. Cuando vio aterrorizada que el Sr. López se disponía a levantarse para agarrar una de sus manos, ella instintivamente se retiró hacia atrás, pero la rapidez de su Tutor, no dejo lugar a que Laura se retirara demasiado, y en un abrir y cerrar de ojos se vio tumbada sobre las rodillas, sin titubeos, su falda fue izada dejando expuesto su trasero revestido por las grandes bragas de algodón, con aquellos dibujitos de racimos de uva. No tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió que las frías manos de su Tutor, las introducía entre la cinturilla de sus bragas, y que estas eran bajadas de ipso facto a sus rodillas de un tirón. Laura noto como su mano derecha era doblada a su espalda y sujetada firmemente con la mano izquierda de su Tutor, los azotes en su trasero desnudo comenzaron sin que Laura nada pudiera hacer por evitarlos, en segundos Laura se desgañitaba llorando, no comprendía como podía doler tanto aquel cepillo, aunque tampoco era algo que pudiera pensar en esos instantes, ya que los azotes eran muy rápidos, muy fuertes, y muy constantes como para poder pensar en algo, que no fuera llorar y llorar… en veinte minutos había acabado la azotaina o minutos le habían parecido a ella, pero apenas fueron cinco minutos de dura azotaina. Cuando Laura se quiso dar cuenta, se encontraba arrodillada en el suelo y era abrazada fuertemente por su Tutor, al tiempo que la consolaba. El abrazo si duro varios minutos, hasta que Laura ...
... comenzó a calmarse un poco, entonces fue recostada de nuevo sobre las rodillas, y empezó a llorar de nuevo, pues Laura esperaba que la azotaina hubiera acabado y finalizado, sentirse de nuevo sobre las rodillas no presagiaba nada bueno. Pero esta vez ella se equivocaba, en breve pudo comprender por qué la había vuelto a colocar sobre las rodillas de su Tutor. Al sentir algo húmedo y muy frio en sus nalgas, y como era repartido por sus nalgas, no era otra cosa que una crema o pomada hidratante que fue untada sobre sus maltrechas nalgas. Aunque ello la relajo, no lo suficiente para apagar aquel dolor tan intenso de su trasero. Una vez que la piel hubo absorbido toda la crema, fue incorporada y puesta de pie. Entonces fue cuando reparo en que no llevaba bragas, pero fue su Tutor quien recogiéndolas del suelo, las abrió para que ella pasara sus pies por ellas, y el fue quien se las subió lentamente. Laura no recordaba cuando sus bragas habían salido despedidas y liberadas sus piernas de esa prenda, pero se sentía muy avergonzada de que fuera su Tutor y no ella misma quien se las pusiera de nuevo y colocara en su lugar. Su falda cayo, cubriendo su trasero y otras intimidades que habían quedado expuestas. Pudo ver Laura como su Tutor se incorporaba de la silla, y dando a Laura una palmada en el culo, fue a su mesa, para sentarse tras su mesa en su sillón. (Sr. López).- Puedes acercarte Laura y sentarte. Que es eso que me querías decir antes?.- Ella aún se encontraba en el centro de la ...