El tutor Sr. López
Fecha: 06/01/2019,
Categorías:
Dominación
Autor: Juanspanker, Fuente: CuentoRelatos
... llegar a tu oficina. Como no te has comportado como debías, he debido emplear más tiempo del necesario contigo, eso se lo tendré que notificar a tu marido, pues mis emolumentos por una sesión de disciplina, se han visto aumentados relativamente. Aunque será de una manera relativamente discreta, obviando ciertos detalles que han sucedido. Siempre y cuando te presentes esta tarde para tu azotaina de mantenimiento, estás de acuerdo? (Laura).- Si, claro. Lo entiendo, aunque no sé, si mi culo lo entenderá también… AYYYY!!! Como diablos duele tanto!!! Auch!! Debo irme, o como dices llegare tarde a la oficina. (Sr. López).- Recuerda que no te puedes cambiar de ropa, el uniforme aunque es un poco chillón, es un uniforme discreto, pues solamente nosotros conocemos su significado, para los demás solamente es un traje un poco chillón por el color amarillo. Laura se despidió amablemente de Juan, Sr. López cuando estaba en trabajo. Levantarse fue toda una pesadilla, al enderezarse le pareció que miles de avispas se concentrasen en su trasero, pero arrastrando los pies pudo alcanzar su chaqueta, que aún se hallaba en el respaldo de la silla, en la cual recibiese tan severa azotaina con ese dichoso cepillo de madera de cerezo, estaba segura que en mucho tiempo no lo iba a olvidar. Entonces Laura se percató de un detalle, y pregunto a Juan. (Laura).- Juan, puedo hacerte una pregunta? (Sr. López).- Me imagino que me quieres preguntar, es sobre si te puedes cambiar de bragas verdad?.- Laura ...
... asintió-. Te las puedes cambiar por unas limpias, siempre que sean iguales, de algodón y con costuras. .- Laura volvió a sentir con la cabeza -. Entonces si te las puedes cambiar desde luego, al salir al rellano la puerta de la izquierda es un servicio, ahí te las puedes cambiar. Para ella fue un esfuerzo infrahumano llegar hasta la puerta y salir. Entro al servicio y no pudo evitar echarse a llorar de nuevo, la vergüenza que había pasado había sido mucha, demasiado para ella. Además el dolor en su trasero era demasiado intenso, ahora pensaba en cómo podría ir a su oficina teniendo el culo tan dolorido, que la dificultaba tanto el caminar. “Laura te tienes que calmar” se decía así misma. Pasados unos minutos se calmó un poco, comenzó a asearse en el lavabo, debía lavarse la cara y maquillarse de nuevo, pues todo el maquillaje se le había corrido con las lágrimas, había sido mucho lo que había llorado. Una vez maquillada de nuevo, sonreía para si, había dolido muchísimo la azotaina, tanto la primera que recibiese con la mano, como la que recibiera después con el cepillo, pero aun así, bien había valido la pena. Ahora sentía como bajaban por sus muslos gotas de fluidos, ya que sus bragas estaban tan húmedas que no podían albergar tanta humedad. Entonces recordó que debía cambiárselas, levanto la falda y se bajó las bragas, pero antes de quitárselas, prefirió mirarse al espejo. “Guauuuu”… tenía el culo muy muy rojo, sobre todo el centro de sus nalgas se presagiaba cierto color ...