Ironía por duplicado
Fecha: 08/01/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: evamaniac, Fuente: RelatosEróticos
... erecto. Salió de forma abrupta y me golpeó en la cara. Estaba ya muy dura, pero yo sabía muy bien que eso podía ponerse aún más férreo. �Empieza a chupar Eva, que estoy muy cargado y quiero llenarte de leche�. Caramba, no podía permitir que me manchara otra vez el pelo, la cara y la ropa con su raudal de esperma espeso y blanquecino. Ya sabía lo que era eso, y ahora estábamos en un lugar público. Tendría que inventarme algo para no delatar mis prácticas furtivas a 10 metros de mis amigas. Le agarré como pude ese cilindro moreno y lleno de rugosidades y me lo llevé a la boca sin más contemplaciones. Noté cómo se endurecía más y más dentro de mi cavidad bucal mientras él ayudaba la incursión con pequeños movimientos atrás y adelante para follarme, primero lentamente, y después con más deleite. Yo no transigí en esa efusividad e iba pausando sus embestidas con mi propia mano, marcando un tope de profundidad dentro de mí. �Joder, menuda boca, tía. No pares hasta que te avise�, me ordenó. Mientras pajeaba ese cipote con mis labios y frotaba el émbolo con mi mano, notando su excitación y escuchando sus gruñidos, yo miraba hacia arriba esperando un gesto definitivo en su semblante, una mueca que revelara su siguiente paso. Y a la vez pensaba cómo iba a asumir sus borbotones sin que se formara un cuadro imposible de disimular frente a la concurrencia. Pero no tuve mucho tiempo para reflexiones. �Me va a salir ya Eva�, susurró entre varios resoplos. Pensé que lo único que podía ...
... hacer en ese momento era acelerar mis movimientos, permitir algo más de profundidad en mi garganta y dejar que descargara todo su engrudo dentro de mí. Noté repentinamente cómo una primera descarga salía de la verga hinchada y recorría mi gaznate hacia mi estómago. Sus gemidos eran los propios de un tío eyaculando al máximo de sus posibilidades. Cerré los ojos y permití que siguiera liberándose en mis entrañas bucales, pero la cantidad de crema era superior a mis tragaderas, y enseguida noté cómo se me iba llenando la boca con aquella leche espesa que no podía engullir. El efecto embudo desembocó irremediablemente en una arcada vomitiva que me apremió a apartar esa polla embutida a un lado y escupir en el suelo todo aquello que no pude asimilar. Aún tenía su miembro agarrado con mi mano y mi cabeza agachada me ayudaba a liberarme de la inmensa corrida. �¡Mira que eres puta! Vaya forma de tragar, nena�. �Vete a la mierda, capullo. Casi me ahogo�. Estaba muy cabreada. �Me llevo tus bragas. Si las quieres ven a casa el miércoles a las siete y te daré tu regalo�. Espetó sosegadamente saliendo del lavabo, antes de que yo pudiera decirle nada más. En ese momento solo me importaba recuperarme y acicalarme lo mejor posible para no levantar sospechas a nadie de lo que acababa de ocurrir. La única diferencia es que ahora no llevaba bragas, pero es algo que nadie acertaría a saber durante lo que restaba de noche. Me senté de nuevo frente a mis amigas y pude comprobar que Akim y su amigo ...