¿Se puede pedir mas?
Fecha: 18/01/2019,
Categorías:
Masturbación
Lesbianas
Tabú
Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster
... me había planteado que en las largas ausencias de Jorge seria yo la única responsable de Lua, hasta entonces lo habíamos compartido todo y el anuncio me inundo la preocupación y la tristeza por su marcha.Aquella tarde de verano fuimos al aeropuerto a despedirlo y por primera vez después de tantas despedidas en esta ocasión acabe llorando como una niña. Volvimos Lua y yo a casa y yo no podía dejar de llorar, me estaba afectando mucho. Lua ya hablaba lo suficiente español para que se diera cuenta de todo y solo intentaba consolarme, haciendo una gracia, o diciéndome lo mucho que me quería.Una vez en casa nos acostamos temprano, no tenía ganas de nada, me tome un tranquilizante suave para poder dormir mejor, al cabo de unos minutos de estar en mi habitación, sobre la cama en braguitas, ya que el calor era muy fuerte, note como se abría la puerta y Lua entro, sin decir palabra se metió en mi cama. Nunca lo había hecho, desde que llego siempre había dormido sola en su habitación y además se le notaba como disfrutaba de tener su espacio propio.Venia descalza y también en braguitas, al subir a la cama con mucho sigilo pensó que yo dormía y se acurruco detrás de mí. Yo ya estaba con los primeros síntomas del tranquilizante y no reaccione. Sus brazos me rodearon por detrás y note que su pequeña mano me acariciaba el pecho y poco a poco bajaba por mi estomago y bajaba hasta que se poso sobre mi sexo.Sobre las bragas note como con una cadencia casi imperceptible su mano empezó a ...
... moverse rítmicamente, muy poco a poco pero suficiente como para que mi interior despertase con ese impulso imparable que hace que se te abran las carnes lentamente. En el estado de semi inconsciencia en el que estaba, empezó a poder mas la llamada del cuerpo que el reparo de debía sentir en esta situación y sin quererlo voltee mi cuerpo hasta quedar boca arriba y entre-abrí ligeramente las piernas, al momento con toda soltura, su mano, su pequeña mano, supero la goma de las braga y entro en contacto con mi ya húmedo sexo. Y siguió acariciando, y siguió, y yo me empecé a derretir, y siguió, siempre muy despacio y mi cuerpo empezó a arquearse y de forma imparable desde muy adentro me vino esa explosión envolvente que se expande y se expande y que acaba en la suspensión, en la ingravidez más placentera.Suspire, su pequeña mano se retiro, alguna caricia mas, leve, muy leve, poco a poco note como se escurría fuera de la cama, en silencio, sigilosa, se fue a su habitación.Cuando desperté al día siguiente mi cabeza era un torbellino, ¿qué había pasado?, ¿cómo podía haber pasado? ¿Había pasado de verdad?Lua ya me esperaba para desayunar, su cara con la sonrisa maravillosa habitual, si ni un ápice de culpabilidad. Tras unos minutos sin saber cómo hacer ni que decir, decidir hacer frente a la situación-Porque hiciste anoche aquello?-por que estabas triste, y no quiero que estés triste-¿Pero sabes lo que hacías?-es lo que las cuidadoras en el orfanato me enseñaron a hacerles cuando estaban ...