Pandora y su Caja
Fecha: 19/01/2019,
Categorías:
Zoofilia
Autor: MissMeow, Fuente: SexoSinTabues
... interior y deje que el hiciera el resto. Placer y éxtasis es como puedo describir aquello, una lengua suave pero firme, húmeda y lo suficientemente texturizada para que mi mente entrara en trance, parar no era una opción. Luke seguía lamiéndome de manera insistente pero algo me dijo que no era todo lo que él quería, su miembro ya se asomaba en su bolsa y -qué más podía hacer yo que devolverle el favor?, con la misma euforia de el de el comencé a masturbarlo, sin estar muy segura de sí lo estaba haciendo bien, yo solo vi como crecía segundo a segundo, minuto a minuto, es algo digno de ver con atención, era roja y con muchas venas, unas se veían más apetitosas que otra, si me permiten expresar el morbo que me causaban y de un momento a otro estaba muy clara de lo que quería, quería ser suya. Sin considerar las opciones ni consecuencias, si es que realmente había alguna, me puse en cuatro patas y Luke no perdió tiempo, como si su instinto le dijera que era cuestión de tiempo para que pasara. Comencé a sentir como hacia actos fallidos de entrar a mi vagina, lo cual me generaba una ansiedad que seguramente los que lo han practicado ya conocen, no supe cuánto tiempo estuvo así hasta que en un intento de esos entró toda de una vez, con el pequeño detalle que yo era virgen, me sentí desgarrada y un frío combinado con electricidad recorrió mi cuerpo, era un dolor que no había experimentado pero de manera sorprendente era un dolor que me gustaba, un dolor placentero y que de ...
... ninguna manera quería que acabara. Desde mi inexperiencia yo no contaba con que el miembro de Luke creciera más, y así pasó, yo no sabía ya que hacer, el solo me llenaba cada vez más mi vagina hasta que llegó un punto que pensé que me rompería en dos, pero sí eso tenía que pasar pues que pasara, ya no había vuelta atrás, yo a estas alturas ya conozco el conocido “ abotonamiento” y por suerte en ese momento la bola que se encontraba en su miembro no entro en mi, no saben cuando lo agradezco, no estaba preparada para aquello. Una vez llegada el punto cumbre de éxtasis yo solo podía gemir, como nunca había hecho, ni en mis noches más calurosas, y Luke comenzó a llenarse con un líquido tibio dentro mío, el frenesí del momento y el roce de su pelaje en mi espalda me llevo al orgasmo, pero no cualquier orgasmo, de esos que pierdes de manera momentánea la conciencia, que solo vives pocas veces en la vida. Al momento de calma, sí es que eso se puede llamar calma, solo se encontraban respiraciones agitadas, Luke se quedo encima mio por un rato y saco su miembro de mi, hubo un sonido muy característico y que ahora llamo el sonido del placer, un corcho cuando sale de la botella y derrama la espuma de algún licor, solo que en este caso es tibio recorriendo mis piernas, son experiencias inenarrables, que hay que vivir para comprenderlo, jadeos y pálpitos resonantes hasta que decido incorporarme para ir al baño y limpiarme, solo logro verme al espejo y pensar que esto es algo que se tiene que ...