1. Juventud en éxtasis: El remedio de pap&aacu


    Fecha: 22/01/2019, Categorías: Anal Primera Vez Tabú Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster

    ... más seguido, para poderte dar mi opinión.- Eso me gusta, zorrita – dijo él- ¿A ti te gusta?- Mucho.- ¿Por qué?- Me gusta como tu culito aprieta mi verga.Ella sonrió, estaba a punto de decir algo.Fue entonces cuando un par de golpes secos chocaron contra la puerta.- ¿Fabricio?Juliana giró a ver a su padre, abriendo la boca y ahogando sus ganas de reírse. Él estuvo a punto de salir corriendo de ahí, pero con su verga bien enterrada en el culo de su hija aquello no era factible. Trató de mantener la calma, y enseguida respondió.- ¿Qué pasa mamá?- Bueno – dijo – que no he visto a Juli, no está en su cuarto.- ¿No? – preguntó, en un pésimo tono de sorpresa- Ya la busqué por toda la casa.- Bueno, debió haber salido a correr – le dijo, mostrándose despreocupado- ¿Corre la niña?- Para mantener la figura, dice ella – dijo, al tiempo que sus manos apretaban juguetonamente las tetas de la chica – ya sabes cómo son las chicas de hoy – Juliana giró la vista y le lanzó una divertida mirada acusadora- ¡Ahhhh! – la confundida voz de la vieja pareció aceptar aquello como un argumento bastante valido – Bueno, es que quería que me ayudara en la cocina.- Bueno – le ofreció – puedo marcarle para que regrese pronto.- ¡No, no! – insistió entonces – Déjala, es que yo no sabía que corría, déjala.- Vale – dijo Fabricio, esperando que se retiraraPero seguía ahí, podían ver su sombra bajo el umbral de la puerta.- ¿Estas ocupado?- ¿Eh?- Que si estás ocupado.- ¡Ah! – se estaba desesperando, ...
    ... su verga perdía rigidez aún dentro del cálido recto de Juliana, ella también comenzaba a aburrirse – Bueno, mamá, cosas de hombres. También nos ponemos guapos.Esperó que aquella respuesta fuera lo suficientemente extraña para mi madre.- ¡Ay!, bueno, no me des más detalles. Sólo apúrale para el desayuno.Por fin se retiró.Regresó hacía su hija, pensó en que quizás era mejor dejar aquello por el momento. Pero sus intenciones fracasaron, miró la espalda de su hija, recorrió las pecas de su blanca espalda; sentía el ojete de la chica contrayéndose y dilatándose, como si estuviese respirando. Aquello fue suficiente para que su tronco se ensanchara entre aquellas paredes. Juliana lo invitó a continuar, con una mirada morbosa a la que él respondió de inmediato.Las embestidas reiniciaron. Juliana sentía el éxtasis entrar y salir por su culo. Sentía que su coño se hacía agua, y se preguntaba cuantas veces se había corrido ya sin haberse dado cuenta siquiera.No podía gritar, pero que ganas sentía. Su padre le estaba machacando el orto y ella convertía todo ese placer en gritos ahogados. Sus piernas se debilitaron, y su recto comenzó a vibrar lentamente, en espasmos que contraían y dilataban desordenadamente su esfínter. Sintió la inconfundible leche de su padre fluyendo sobre las lisas paredes de su culo. Aquel calor familiar la elevó al cielo, y por un momento sintió que flotaba, y que la verga de su padre no era más que un fuego instalado en lo más sensible de su ser.FIN 
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