Juventud en éxtasis: El remedio de pap&aacu
Fecha: 22/01/2019,
Categorías:
Anal
Primera Vez
Tabú
Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster
... duele! – chilló la chicaEl hombre sonrió divertido. La chica no se veía tan mal, pero seguramente se llevaría un buen moretón. Le tendió la mano y la ayudó a ponerse de pie.- Agradece que tienes buenos amortiguadores – comentó divertido Fabricio, refiriéndose a las grandes posaderas de la chica.La chica no pareció entender la broma, y sólo le dirigió una mirada adolorida.- Vamos a tu cuarto, tendré que echarte alguna pomada para que el moretón no sea tan grande – resolvió Fabricio, he ahí una nueva tarde con su hija hiperactiva.La chica subió los escalones sin problemas, lo que fue un respiro para su padre, que comprobó que no había daño en los huesos. Pasó por un ungüento anti golpes e hinchazones al cuarto de baño antes de dirigirse a la recamara de su hija.La encontró boca abajo sobre la cama, y se sentó en una orilla del colchón.- ¿Dónde te duele? – preguntó, y la chica le señaló la zona de su culo.Fabricio suspiro.- Juliana, Juliana…eso te pasa por estar corriendo.- No estaba corriendo – reclamó la chica, haciendo girar los ojos de su padre- Me refiero a bajar las escaleras como no se debe – dijo Fabricio, mientras miraba las instrucciones de aplicación de la pomada.La chica guardó silencio un momento.- Es más rápido – explicó- Es más rápido y pasa estoFabricio pareció entender todas las indicaciones del medicamento.- Quizás tenga que darte algún analgésico – dijo, suspirando – Bájate el short.La chica obedeció de inmediato, y deslizó su short deportivo hacia sus ...
... rodillas. Sólo entonces Fabricio cayó en la cuenta de que su hija ya no era una niña, sino prácticamente una mujer, por lo que no pudo evitar sentir una sensación extraña cuando las carnosas nalgas de Juliana, cubiertas por una tanga azul de algodón que no recordaba haberle comprado, aparecieron vigorosamente ante sus sorprendidos ojos.Sobreponiéndose a aquella repentina imagen, el hombre enfocó su mirada a la zona donde un leve moretón tatuaba la piel de la chica. Colocó un poco de ungüento sobre sus dedos, y se preguntó si era correcto colocar sus manos sobre aquella zona tan privada de Juliana. Miró a la chica, que parecía completamente ajena a ese dilema, y supuso que no existía problema: ella era su hija, y él su padre, ¿qué había de malo?Sus dedos tocaron la suave piel de su hija. La tocaba casi con miedo, como si se tratara de algo prohibido. Sus dedos se deslizaban por toda la redonda superficie de aquel glúteo no sólo grande, sino bien formado. Sintió que la temperatura había aumentado de pronto, pero comprendió que el problema era él. “¿Qué me pasa?”, pensó, y decidió que aquello era suficiente.Se puso de pie.- Ya puedes pararte – dijo, con una voz entrecortada sobre la que Juliana no hizo ningún comentario – Sentirás caliente y luego frio.La chica rio.- ¡Sí! – dijo - ahorita está calienteFabricio sonrió paternalmente.- Bueno, baja a cocinar conmigo.Aquella noche fue extraña para Fabricio. Era un hombre solo, dedicado por completo al cuidado de su hija. Se había vuelto a ...