1. Juventud en éxtasis: El remedio de pap&aacu


    Fecha: 22/01/2019, Categorías: Anal Primera Vez Tabú Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster

    ... parece pizza? – resolvió el hombre, antes de desear llevarse la mano a la cara. La pizza ponía insoportablemente activa a Juliana.- ¡Sí! – gritó la chica alegremente - ¡De pepperoni! – exigióLa chica subió feliz de nuevo a su recamara; su padre sabía que, sin motivo alguno, volvería a bajar en minutos. Subir y bajar escaleras era el extraño pasatiempo favorito de Juliana. “Con razón tiene ese culo”, pensó Fabricio, en la seguridad de su mente, mientras marcaba el teléfono de la pizzería.Ordenó dos pizzas de pepperoni, mientras por su mente desfilaba una y otra vez el recuerdo de las nalgas de su hija. “¡Maldita sea!”, pensó, mientras la locura volvía a invadirle. Al colgar el teléfono, una idea comenzó a instalarse en su mente. Su rostro se volvió serio, y entonces grito:- ¡Juliana!La chica tardó algunos segundos en contestar.- ¡Voy! – dijo, mientras bajaba las escaleras.Su padre la esperaba sentado en una de las sillas del comedor.- Ven, quiero revisar tu golpe.La chica obedeció sin problema. Su padre la colocó recargada sobre la mesa del comedor, como si se tratara de una revisión policiaca a un sospechoso, con aquella inclinación el culo relucía aún más.- Veamos – dijo Fabricio, tratando de contener su emocionada vozSin embargo sus manos temblaban mientras hacía descender la tela del short morado de su hija. Poco a poco, el precioso culo, vestido con unas bragas de encaje, que no tenía idea de dónde habían salido, apareció esplendorosamente ante él.- ¿Qué tal está? – ...
    ... preguntó la chica- Bueno – murmuró su padre, mientras su mano palpaba el culo de Juliana – Apenas y se distingue el moretón. ¿Te duele?- No – dijo la chica, despreocupadaÉl notó que la chica parecía no alterarse ni siquiera con aquello, por lo que se animó a ser un poco más atrevido. Su mano acarició la nalga que no estaba golpeada. La chica no dijo nada. La palma de su mano se cerró, apretujando un poco del carnoso glúteo. La chica no dijo nada. A esa altura, su verga estaba irremediablemente erecta. Sentía un impulso tremendo por besar aquel precioso culo. El deseo lo estaba matando.Se puso a pensar en lo que estaba haciendo. Mientras ya sus dos manos acariciaban sin motivo alguno el culo de su hija. ¿Aquello era correcto? ¿No estaba acaso abusando de la condición de su hija? Porque era obvio que su hija no era ya una niña, pero estaba claro que no era del todo “normal”. Pero, ¿y si no lo hacía él, alguien más lo haría? Entonces era inevitable, ¿no era acaso lo mejor que él mismo lo hiciera? Era su padre, ¿quién amaba más a su hija que él, que la había cuidado totalmente sólo desde que era una niña? ¿No era acaso justo? ¿No se lo había ganado?Su perturbada mente se había enroscado tanto en aquel conflicto, que no se percató de lo que sus manos estaban haciendo. Fue un fuerte suspiro de su hija quien lo despertó de sus pensamientos. Entonces miró sus manos, y una gota de sudor surgió de su frente.Quien sabe desde hacía cuánto, pero su mano izquierda acariciaba impunemente el coño ...
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