Mirando al vecino en el balcón - Relatos Eróticos

Mirando al vecino en el balcón

Ana y yo llevábamos poco tiempo de casados y nos habíamos instalado en un departamento alquilado, en el barrio de Villa Urquiza.Mi mujercita siempre nombraba a nuestro vecino del departamento contiguo; un tipo ya cincuentón, alto y muy elegante en el vestir.Yo sabía que Ana era muy calentona, pero ella me juraba que jamás ese hombre se le había insinuado cuando se cruzaba con él en el edificio o la calle.Una noche después de un buen polvo con Ana, me encontraba totalmente insomne dando vueltas en la cama, mientras mi mujercita descansaba plácidamente, totalmente relajada y más que bien cogidaMe asomé al balcón y justo al lado estaba nuestro vecino, fumando y disfrutando del panorama nocturno. Estaba vestido solamente con una salida de baño, que se abría y permitía ver una gruesa verga erecta asomándose por debajo. Me quedé como hipnotizado observando esa pija gruesa en la penumbra.De repente el tipo lanzó el cigarrillo a la calle y al incorporarse me vio, todavía mirándole fijamente la verga. Yo no me había dado cuenta de mi propia excitación, recordando lo que comentaba Anita sobre ese tipo.Al bajar mi vista, encontré que mi propia verga estaba completamente parada, abultando mis boxers. Me la acomodé un poco, pero mi vecino interpretó que yo me estaba tocando mientras lo espiaba.Sonrió y se abrió la bata por completo, mostrándome ahora su magnífica erección.“Te gusta lo que ves…?” Me preguntó sonriendo de balcón a balcón.Yo tartamudeé, sin poder explicarle que no lo estaba ...

... observando.Pero el tipo insistió, redoblando la apuesta. Susurró muy suavemente:“Te invito a tomar algo…”Asentí sin pensarlo demasiado y luego pasé por el dormitorio, verificando que Ana seguía completamente fuera de combate, con una semi sonrisa en sus labios rojos…Me puse una remera y así nomás salí al palier del piso, caminando directo a la puerta de nuestro elegante vecino.Apenas entré el hombre me sacó la remera por sobre mi cabeza y se inclinó a besarme los pezones. Eso me excitó de una manera tremenda.Sin darme a tiempo a nada, me bajó los boxers y comenzó a chuparme la verga, haciéndome gemir de placer.Luego me hizo girar y apoyar mis manos sobre la pared. Comenzó a besarle la nuca y la espalda, bajando hasta mis cachetes. Me lamió la entrada anal en un beso negro que me dejó loco.Me arrastró hacia el comedor y allí me puso boca abajo sobre una mesa ratona; para después atarme las muñecas a las patas de la misma.Quedé totalmente abierto y expuesto para sus deseos; así que en esa posición siguió metiéndome su lengua en mi ano.Se quitó la bata y se acercó con su verga en ristre hasta mi cara, haciéndome abrir la boca para meterme esa cosa enorme entre mis labios.Comencé a chuparle la verga con desesperación, sintiendo el gusto salado del líquido pre seminal. Eso me encantó. Le dije que era la primera vez que se la chupaba a un hombre; pero él me dijo que no me creía, porque lo estaba haciendo demasiado bien… Mucho mejor que mi propia esposa…Escuchar eso me puso loco y ...