1. Serie rosa (Relato 6)


    Fecha: 25/01/2019, Categorías: Lesbianas Sexualidad, Autor: Ana Etxeberria, Fuente: CuentoRelatos

    Algo usurpó el sueño de Andrea Fernández en mitad de la madrugada en forma de vocerío. Incluso se despertó con un sobresalto pillado en el pecho, esperando lo peor. Encendió la lamparita de su mesita y poco a poco fue entendiendo la situación. Ahí estaba Gabriela Alonso, otra vez despierta, otra vez desnuda y otra vez follando como una condenada. Tanto Gabriela como su amiga se revolcaban en la cama como perras salvajes en celo. De hecho, la amiga tenía arañazos en el culo y la espalda, provocados por la extrema excitación de Gabriela, que más que besar mordía. -Joder, Gabri, ¿sabes qué hora es? –se desesperó Andrea, pero el calentón de Gabriela no la dejaba ni escuchar ni entender, solo anhelaba correrse y gozar como cada madrugada-. Gabri, ¿me escuchas? Anoche igual y antes de anoche con dos tías. Necesito dormir mis 8 horas o me quedaré sopa en clase. -¿Qué le pasa a esa? –se incomodó la amiga. -Déjala. Ayer le bajó la regla y está sensible. Tú olvídala –rio Gabriela con burla incluida. -Oye, te estoy escuchando –se cabreó Andrea como una posesa-. ¿No puedes follar por el día? Esto es un campus universitario. No un burdel de estudiantes. Hey, ¿me estás escuchando? -Andrea, dame cinco minutos, me corro y todas dormimos. Sólo te pido cinco minutos, coño –la criticó Andrea. -Ah, es que encima la ofendida eres tú o qué. Que me tienes amargada con tanto golferío. Que no me dejas estudiar ni dormir. Todo el puto día con ahhhhh, joder… dame más, cariño uuuuy… Voy a suspender ...
    ... el curso por tu culpa. -Oye, que no se calla –se enfadó a la par la amiga. -Gabri, mira mis dedos. Cinco dedos. Cinco minutos. ¿Vale? -¿Es que te parezco gilipollas? Voy a hablar con tu tutora o con el rector. No soporto esto más. O cambio de compañera de habitación o abandono la carrera –se bajó Andrea de la cama en bragas y top-less. -Mmmmm, tu amiga está rica –se fijó la amiga. -¿Te gusta? -Esas braguitas le quedan perfectas. Oye, ¿cómo te llamas? -¿Yo? Andrea. -¿Hacemos unos dedos? -¿Cómo dices? -Ella es hetero. Pierdes el tiempo con ella –la informó Gabriela. -Gabri, una chica puede ser dos cosas en la vida: puta o lesbiana, y este bombón podría ser las dos cosas. -¿Andrea puta? Si tiene telarañas en el coño. -Gabri, no te pases –la señaló Andrea desafiante. -Vente con nosotras a la cama, Andrea –la invitó la amiga. -Claro, ya lo que me faltaba. -Joder, a cada segundo la veo más buenorra –se mordía la amiga la lengua del gusto-. Mierda, tienes algo ahí, Andrea. -¿Dónde? -Ahí, mira. -No veo. La amiga se apeó desnuda de la cama y se aproximó a Andrea. -Aquí –se colocó tras ella. -¿Qué es? -Tu culo al aire –le bajó las bragas de un solo tironazo. -¡Hey! ¿Qué coño haces? -Saca un pie… eso es… y el otro… Me encantan tus bragas. ¿Son de Calvin Klein? -Dámelas. -Joder, Andrea, ¿te haces la brasileña? –se fijó Gabriela con un cosquilleo vaginal que aumentaba-. Nunca te había visto sin bragas. -Oye, dame mis bragas. -Ven a por ellas –las alzó la amiga en el aire. -Esto no tiene ...
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