1. Desafío de galaxias (capitulo 41)


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... los reactores, intentando zafarse de la terrible atracción que los arrastraba. Medio centenar de naves lo consiguieron, pero pocas escaparon al ataque de las fragatas federales que, vigilantes, las cazaban sin contemplaciones sin cruzar en ningún momento la zona de peligro. Un segundo grupo de vórtices se abrió, y llegaron los transportes federales que inmediatamente y sin pausa comenzaron a descender sobre la superficie del planeta. En la segunda oleada llego Opx que rápidamente se puso al frente de las operaciones desplegando en orden de batalla a parte de su ejército. Unas horas después, los dos jefes militares se reunieron mediante video enlace con Marisol, que seguía, en tiempo real, los acontecimientos desde el Cuartel General en Mandoria. —Cariño, se confirma: los bulban se han dado prisa en evacuar todas las bases del planeta, —informó Opx, cariñoso como siempre—aquí, solo han dejado unas treinta divisiones, que me van a durar “na y menos”. De hecho, solo estoy desplegando a parte de las fuerzas. —Si, ya lo he visto, —dijo Marisol—. Y parece que la flota enemiga está igual. —Si, —contestó Loewen— y gracias a eso hemos atrapado a casi toda su flota con el MARK-5 y nuestras naves no han sufrido daños. —¡Estos cabrones no saben cómo dar por el culo! —exclamó Marisol— quería propinarles un golpe moral con la conquista de está posición, y los hijos de puta se largan. Cada vez los odio más. —Cariño, no te preocupes, se lo daremos en Trumzely Prime. —No es lo mismo, ...
    ... allí nos van a ver llegar y va a ser jodido de cojones, —dijo apesadumbrada. —Siempre queda la posibilidad de que se te ocurra alguna idea brillante, —bromeo Loewen—. ¡Venga tía! No te agobies, hace seis años lo teníamos todo perdido y mira donde estamos ahora. Además, tenemos un arma que casi puede ser definitiva. —No sé, yo no diría tanto, —a Marisol se la veía de bajón— esos hijos de puta se adaptaran, como siempre hacen. —¡Oye Marisol! —la espetó Loewen con suavidad— no te permito que te desmoralices, a ver si te voy a tener que dar dos espadazos en el trasero, como la primera vez que nos vimos. ¿Le has dado dos espadazos en el culo a Marisol? —preguntó Opx a Loewen— Y que tal, ¿mola? —¡Joder Opx, no empieces! —exclamó Marisol mientras Loewen se mondaba de la risa. —¡Joder tía! Yo también quiero… —¡Ni lo pienses! —¿Pero por qué? —¡Por qué no, tío! Dáselos a Leinex. —Casi prefiero que me los de él a mí, —afirmó Opx simulando pluma. Loewen no lo pudo remediar y soltó una carcajada mientras Marisol le miraba con los ojos como platos. Al final, no tuvo más remedio que echarse a reír. —¡Al final lo has conseguido, tío! —exclamó Loewen cuándo se recuperó de las risas, mientras se secaba las lágrimas con uno de esos pañuelos de telas que solo ella usaba— has conseguido que se ría. —No se me resiste, me come de la mano. —Mira Opx, vete a tomar por el culo, anda, corre, —dijo Marisol sin parar de reír, pero lo pensó mejor—. ¡Bueno no!, que si te mando ahí, tú te vas, ¡joder! —Por ...