1. Desafío de galaxias (capitulo 41)


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... me gustaría ir contigo —afirmó Opx. —¿Desde cuándo te interesa la política? —preguntó Loewen divertida. —No, no te rías, la verdad es que cada vez me interesa más. Cuándo todo esto termine, he pensado dedicarme a la política. —Pero tú eres de Nar, y el planeta está evacuado. —Y arrasado, —Da igual, mi pueblo regresara, seguro. —Con tu historial, arrasaras en unas elecciones. —Bueno ya veremos, de todas maneras es hablar por hablar, primero tenemos que ganar la guerra, pero ya os digo que no pienso encerrarme en un convento con Leinex, eso seguro. —¿Y por qué no? —dijo Marisol riendo—. Podrías postularte a “reverenda madre”, lo harías de cojones. —Entonces soy yo quien pide el traslado —exclamó Loewen con energía provocando las carcajadas de sus dos amigos. —¿Piensas regresar a Konark cuándo todo esto acabe? —preguntó por fin Marisol cuándo se recuperó de las risas. —Por supuesto, siempre quise ser una monja y quiero seguir siéndolo. —No sé tía, pero alguien de tu valía… ¿No se os ha ocurrido pensar, que cuándo todo esto acabe, será necesario mantener una fuerza militar? —Para eso ya estás tú, —afirmó Opx. —¡Ah no, de eso nada! —¡Qué morro! —exclamó Loewen—. O sea, que nos echas ...
    ... en cara que no queramos seguir en el ejército, y resulta que la primera que sale corriendo eres tú. —Las cosas no son así, ¡joder!, yo no salgo corriendo. —¡No, que va! —intervino Opx—. A ver, ¿qué tienes que hacer más importante que dirigir el ejército? —Pues dedicarme a mis cosas, —contestó evasiva— descansar. ¡Joder!, que solo he tenido unos días de vacaciones en seis años, y porque Marión me ha obligado… y el presidente. —¡Anda mira, igual que yo! —exclamó Opx. —¡Pues yo ni eso! —¡Bueno, vale, muy bien! Quiero estar el resto de mi vida abrazada a Anahis besuqueándola y metiéndola mano. —¡Oh!, que tierno, —se pitorreó Opx—. Has visto, Loewen, se supone que es la tía más poderosa de la galaxia, y resulta que es más tierna que el “Día de la Madre”. —Sí, es muy… ñoña… —Bueno, vale, cuándo os canséis de meteros conmigo me lo decís. —… pero a mí me gusta, —concluyo Loewen. —¡Hostias!, y a mí, —añadió Opx—. Si yo no fuera maricón, la habría tirado los tejos desde el primer momento… si no fuera maricón, claro. —De verdad chicos, os quiero. A ver si la próxima vez nos vemos en persona y no por video enlace… —¡Si, para que nos besuquees! Que lista, —exclamó Opx. —¡Será asqueroso el tío! 
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