1. Mi esposa...


    Fecha: 26/01/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Lucas, Fuente: CuentoRelatos

    MI ESPOSA… Por Hess PARTE UNO Reunidos en la habitación de un amigo: él, mi esposa y yo, departíamos un momento agradable entre risas y conversaciones de una serie de temas intrascendentes pero joviales. Habíamos puesto una mesa cerca de la cama, en la cual nos sentábamos mi hermosa esposa y yo, quedando al frente, nuestro amigo sentado en una solitaria silla. Él con esmero y diligencia servía la bebida y repartía los naipes de un entretenido juego de cartas y comentaba al mismo tiempo que fumaba sobre los gratos instantes que en nuestra época de universitarios habíamos compartido los tres, en similares condiciones, aludiendo a la habitación de estudiante, con baño común en la que nos encontrábamos. Jugando y recordando viejos tiempos, si alguien perdía una partida, imponíamos algunas sanciones o penitencias que en su mayoría eran divertidas y graciosas: como el imitar algún animal o personaje gracioso, besar alguna superficie difícil de alcanzar, contar algún chiste o bailar como solíamos hacer en aquel entonces. Sin embargo, habiéndose agotado el repertorio de penitencias cuyos castigos eran más bien inocentes y sintiendo que la bebida ya nos hacía efecto, le pedí a mi esposa en un momento de esos en que reinaba en el ambiente cierto desinterés por el juego, que fuera ella la que imponga a nuestro amigo, quien había perdido en el último juego, un castigo que fuera más original y sobre todo que fuese un tanto atrevido. Ella, luego de mirar por un instante al vacío en ...
    ... actitud pensativa, clavó al fin su mirada directamente en los ojos de aquel tercero y sonriente mientras humedecía el carmesí de sus suculentos labios, al mismo tiempo que apretaba con su mano derecha mi muslo izquierdo debajo de la mesa como haciéndome cómplice de sus travesuras, manifestó que el castigo que mi amigo debía cumplir consistía en que él debía delinear con la punta de su lengua el borde de los labios de ella. Mi amigo moviendo con rapidez la cabeza hacia atrás devolvió la mirada a mi insinuante esposa y tomando su copa con la mano e invitándome a seguirlo como asumiendo mi conformidad, vació la totalidad del contenido de su vaso en un solo trago. Luego, poniéndose de pie y acercándose hacia nosotros se detuvo frente a mi expectante esposa, se inclinó poniendo su rostro frente al de ella y con abrumadora lentitud juntó su masculina boca a la fresca y apetitosa sonrisa de mi mujer quien al sentir la punta de la lengua de mi amigo desplazándose serpentina y suavemente por la roja superficie de sus labios, no pudo evitar sacar la suya y saborear el licor que seguramente aún podía percibirse en la lengua de mi amigo. A partir de ese momento y a medida que pasaba el tiempo y se consumía más el contenido de la botella de whisky, algunas penitencias empezaban a tornarse sumamente placenteras. Asimismo, parecía haberse formado entre los tres un acuerdo implícito como asumiendo que el objetivo del juego era que mi esposa perdiera las partidas para poder castigarla con excitante ...
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