una enfermera para recordar
Fecha: 26/01/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Old-Legolas, Fuente: SexoSinTabues
Muchas cosas se aprenden con la práctica. En el siglo pasado, cuando aún no era masiva la web y no habían foros como este para leer y aprender de experiencias sexuales varias. Teníamos que aprender bien o mal con la experimentación y la prueba y error. Tal vez algunos como yo tuvieron la suerte de encontrar alguien con mayor experiencia que les enseñe algo. En una ocasión tuve que acompañar a un tío que estaba internado en un hospital por un accidente en moto. Ocupé la cama de al lado y no podía sacar los ojos de un hermoso escote dentro del cual venían unos enormes senos, que, cada 30 minutos a controlaba el estado del paciente y los traía una muy agradable enfermera que tenía una ida muy apetecible. Creo que a la sexta vez que vino ya se alejaba con mis ojos y mis manos pegados en su escote y su trasero. Se estaba percatando de mis miradas indiscretas y me sonreía pícaramente. Salí de la habitación antes que ella para cruzarla en la puerta, para que cuando se fuera realizar el ataque a pesar de las consecuencias. (No me importaba nada) Ella me atacó antes, “Si te quedas, esta noche te tengo un regalito” me dijo. No lo podía creer, era un sueño. Se me hicieron larguísimas las horas, a mi tío lo controlaban ahora un par de senos mas cubiertos, sirvieron la cena y se fueron apagando las luces. Y por fín como un siglo después apareció la uniformada sonriente invitándome a un lugar apartado. Era una salita con un par de camillas un poco duras para mi gusto. Serró las tres ...
... puertas que habíamos cruzado para llegar al lugar y abrió su guardapolvo lentamente, ¡No traía nada debajo! Sus enormes senos aterciopelados eran una invitación a la lujuria, Se sentó en la camilla, abrió las piernas y mostró su realmente hermosa rayita depilada y perfumada. “Mostrame lo que sabes hacer con tu boca” me dijo. Abrí la boca para meterme dentro uno de esos hermosos senos mientras que una de mis manos quedaba chica para agarrar el otro, la otra mano fue recorriendo su vientre hasta llegar a la gruta del placer. Ya estaba mojada antes de empezar, eso me calentó más, no quería parecer desesperado asi que me contuve y con mucha delicadeza fui succionando pezones, senos, cuello, senos, vientre, ombligo, pelvis y todo lo que encontré, no dejé ni un lunar sin explorar. Con un suspiro recibió un par de mis dedos en su húmeda cueva mientras pasaba mi lengua por su pelvis hasta detenerme en el clítoris. Sabía perfectamente que hacer , gracias a mis primas. Y lo hice tan bien que comenzó a jadear retorcerse y pegar alaridos mientras gritaba no te detengas no te detengas, no me detuve, Me agarró de los pelos y me apretó contra su clítoris. Yo no dejabga de mover mi lengua por ese agrandado botoncito. Sentía como mis dedos eran atrapados por esa convulsionada cueva al ritmo de un estrepitoso orgasmo que la hizo temblar toda por casi un minuto, solo me detuve cuando me pidió por favor. Acaricié todo su cuerpo por un largo rato mientras seguían sus convulsiones Cuando recuperó el ...