1. El esposo de mi follower en Instagram.


    Fecha: 27/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... dar. Después de esa luz verde me metí a bañar, mientras me duchaba sólo podía imaginar lo rico que me la iba a meter, como su cuerpo fuerte y marcado me iba a hacer suyo. Tenía la verga parada pero no me la iba a jalar antes de verlo. Salí de bañarme y me avisó que estaba por llegar. A los 5 minutos llegó y yo dije en mi casa que iba al Galerías, de compras. Me subí al carro y ahí estaba él, en pants, tanktop y gorra, olía delicioso y me recibió con una sonrisa. Cuando lo saludé, me quedé ido cuando vi el paquetón entre sus piernas, sólo pensaba en “a la verga, qué rico todo lo que me voy a comer. No mames… ya quiero”. Gabriel- Hola pornográfico, ¿a dónde vamos? Jaja André- A donde tú quieras, pero a algún lugar donde me puedas coger rico (mientras veía su bulto). Gabriel- Muy bien, entonces ya sé a qué motel vamos a ir. Mientras él manejaba al motel, la charla era normal, como dos amigos tranquilos y casuales, total, era la primera vez que nos veíamos en persona. Entre risa y risa le pregunté si frecuentemente le era infiel a su marido y me dijo “mira, es obvio que él también tiene sus aventuras, pero tenemos como un acuerdo, tú no te enteras y yo no me entero”. Después de eso dije, okey! Esto se pondrá muy divertido. Llegamos al motel, abrió el cuarto y se tiró sobre la cama. Yo por mi parte acomodé mis cosas en la mesa de noche y me hice tonto un rato. Coloqué los condones y el lubricante que llevaba (porque imaginé que él no llevaría) y me acosté a su lado. Me volteó a ...
    ... ver y ahí perdimos… Nos besamos como dos locos desde el primer momento. Mordía mis labios como una fiera, era una sensación deliciosa el sentir su lengua enredada con la mía, sentir su barba picar en mi cuello, en mi oreja, como pasaba su lengua por mi cuello y mis labios, era cabronamente excitante y estaba disfrutando más con sólo saber que el cuernudo de su marido ya estaba en casa sin saber dónde, con quién y qué estaba haciendo el delicioso de su hombre. Empezó a desnudarme y a comer cada parte de mí. Tocaba mi culo, mi abdomen, mis piernas y mi verga, bajó su boca a mi pecho y lamió mis tetillas, las mordidas leves que me daba hacían que me retorciera de placer y por supuesto, a él le encantaba eso. Su pene ya escurría precum y yo con mi mano lo desparramaba en todo su tronco moreno y palpitante, hambriento de culo. Yo estaba a su total disposición, era su deseado amante y me calentaba cabrón cada uno de sus movimientos, más aún porque estaba en un motel y podía hacer todo el ruido que yo quisiera sin que alguien molestara. Después de darme tanto placer con su lengua en todo mi cuerpo, baje e hice lo que tanto quería hacer desde la primera vez que lo vi en una foto con Carlos, mamar su verga. Llegué a su pelvis y estaba fresco, con el vello muy rebajado y con los huevos húmedos de tanto precum. La metí a mi boca e intenté comer lo más que pude, él gemía y pujaba de placer, tomó mi cabeza y me marcó el ritmo. Yo estaba tan caliente que quería que ese palo hirviendo llegara ...