1. El esposo de mi follower en Instagram.


    Fecha: 27/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... hasta mi estómago, empujaba su cadera y me cogía la boca al ritmo de sus manos, mis ojos estaban llorosos y mientras más me la clavaba, más puta me sentía. Me acomodó boca arriba en la cama y me abrió de piernas, tomó el lubricante y un condón de los que dejé en la mesa y se lo puso. Mientras él se ponía el preservativo, yo lo veía como todo un cabrón, saboreándome su precum y tocando sus piernas musculosas. Se acomodó entre mis piernas y colocó su verga en la entrada de mi culito caliente. Previamente me había dilatado con el dedo y con su lengua juguetona, así que estaba listo. Fue empujando poco a poco y de pronto me sentí lleno, tenía toda su verga adentro y eso me volvió loco. Me dolía por su tamaño, pero me valía verga porque siempre quise eso, que me metiera todo ese tronco de golpe y sin piedad. Acomodó mis piernas contra mis hombros, se dejó caer sobre mí y me clavo tan rico y fuerte como un taladro mientras yo gritaba y pujaba de placer en ese cuarto cómplice. Mientras me cogía, sonó su teléfono… era su marido. Yo me quedé callado y él simple y sencillamente lo ignoró y siguió perforándome con su mástil. Después de ver esa escena de telenovela, me sentí el villano más cabrón y me deje hacer y deshacer a su antojo. Estaba en las nubes y en el mismo infierno de tanta calentura. Me cogió en varias posiciones por unos 40 minutos y yo simplemente disfrutaba lo que tranquilamente ...
    ... espere. Pronto llegó el momento en que sus envestidas eran más poderosas y profundas, su cuerpo se contraía y fue entonces cuando se vació dentro de mí ¡qué cogida tan rica! Me la saco y por arte de magia nos quedamos dormidos, abrazados y besándonos. Dormimos como media hora y despertamos de nuevo, los dos estábamos durísimos y como el momento era todo nuestro, me volvió a coger sólo como él sabe. Podía sentir su verga topando con mis entrañas mientras veía su cara de maniaco sexual, de deseo y pasión en un solo rostro. Me encantaba ver nuestros dos cuerpos en los espejos y saber que estaba siendo mío y yo de él. Su cuerpo torneado hacía que cabalgara sin miedo y por supuesto, su buena condición le permitía cargarme y cogerme como los grandes. Yo era su puta y los dos estábamos disfrutando la infidelidad cabrona del momento. Después de otro largo rato se vino en mi cuerpo y le mamé la verga para no desperdiciar nada… Después de esa segunda cogida olímpica, nos bañamos juntos y nos tocamos de nuevo. Nos vestimos y recogimos nuestras cosas. Nos subimos al carro y del motel para afuera, volvimos a ser los amigos relajados y casuales del principio. Me llevó hasta mi casa y compartimos una que otra canción en el trayecto… Creo que después de esto, lo voy a volver llamar, ¿y por qué no? Tal vez me chingo a Carlos también sin que ninguno de los dos se entere de esto. Gracias por leer mi relato… André. 
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