1. Viajando en el tiempo (3)


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Grandes Series, No Consentido Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... marido lo ha hecho, pero he intentado negarme siempre porque me hacía mucho daño. -Pues te aconsejo que utilices dilatadores anales desde ahora mismo. Aquí te la van a meter quieras o no, y algunos tienen pollas de caballo. Entrénate también para meterte las pollas hasta la garganta. Y un consejo: cuando se corran en tu boca, trágatelo todo si no te dicen que lo retengas. Los castigos por escupirlo o apartarse durante la corrida, son terribles. Eva cada vez se angustiaba más con lo que oía. Al terminar la comida, la vigilante reunió a las castigadas y les fue esparciendo por las heridas una pomada cicatrizante y ligeramente anestésica. Luego pidió un dilatador anal y le probaron varios hasta que dieron con el que necesitaba. También le dieron un pene de goma, muy similar uno real, para que entrenase la profundidad de su boca. Después de comer, retiraron a las que tenían que hacer algún servicio y a las demás las llevaron a una sala de audiovisuales, en las que se les enseñaba, con todo tipo de detalles en imágenes y explicaciones, cómo hacer felaciones perfectas, cómo dar placer en las penetraciones anales y vaginales y cómo comportarse ante un cliente. Su compañera le aconsejó que llevase el plug y el pene. Estos vídeos eran siempre los mismos y tenían la obligación de verlos y escucharlos, mientras los vigilantes rodeaban la sala para controlar que nadie perdiese la atención. Desde el sitio donde se encontraba Eva, pudo ver de reojo unos movimientos extraños en la que ...
    ... había sido su compañera de mesa. Tenía las piernas totalmente abiertas, con el culo echado hacia adelante y parecía que tenía uno o dos dedos en su ano y otros tantos en su coño. Su mano se movía metiendo y sacándolos, mientras con la otra mano frotaba su clítoris con fuerza. De vez en cuando, cerraba las piernas y soplaba, pero todo sin dejar de mirar a la pantalla. También descubrió que no era la única. Por la sala se oían gemidos, algún gritito y movimientos por las filas. Observó que las dos veteranas que había delante de ella, tenían los brazos cruzados de un cuerpo al otro y se estaban masturbando mutuamente. Estas escenas excitaban a Eva, a la que todavía no se le había pasado la calentura de antes, y a la que se añadían las sensaciones que le producía el plug anal que llevaba. Durante las escenas de felaciones, aprovechó para meterse el pene de goma en la boca e intentar llegar a meterlo completamente, como se veía en las imágenes. Seguía al pie de la letra las explicaciones, pero no era suficiente y el pene no entraba completo, si bien era cierto que cada vez entraba un poco más. Dos horas después de comenzar la repetitiva y doctrinante sesión, las volvieron a llevar a las celdas, donde les dieron un nuevo puré, con sabor distinto al de la comida y Eva supo que tenían otras dos horas para hacer lo que quisieran: embellecer su cuerpo, ducharse, hablar o hacer el amor entre ellas, por ejemplo. Eva nunca había estado con una mujer, y hablar de ello le parecía un tema tabú, ...
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