1. Viajando en el tiempo (3)


    Fecha: 21/10/2017, Categorías: Grandes Series, No Consentido Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... por lo que, cuando su compañera le preguntó si había hecho el amor con otra, se puso totalmente roja y balbuceó unos casi ininteligibles “no”, “no”. Por suerte, su compañera supo ver la razón de sus reticencias y llevarla a una de las celdas, donde le aconsejó que se dejase hacer y aprendiese, porque le iba a tocar hacerlo muchas veces y debería hacerlo bien. Dentro de la celda, la abrazó y acercó sus labios a los de ella, pero Eva retiró la cara mirando a todas las que se encontraban en la sala y que podían verlas a través de las rejas. -No te preocupes por las demás. Cada una está a lo suyo y no se preocupan por las otras. Como puedes ver, ya hay varias en situación más adelantada que nosotras. Pero no quiero obligarte. Acuéstate boca abajo y te daré un masaje con una crema hidratante que te vendrá muy bien para esos latigazos. Frente a la puerta de entrada, estaban los baños. A un lado 40 duchas, al otro 40 inodoros con cánula para la limpieza anal, y junto a la entrada de los baños, una puerta que era un armario donde había todo tipo de maquillajes y cremas, todos ellos en recipientes de plástico. Isabel tomó uno de los frascos y volvió junto a Eva, que ya estaba preparada. Tras recogerle el pelo, vertió la crema en sus manos y empezó frotando su cuello y hombros en un suave masaje, omoplatos y cintura también recibieron la suave caricia que hizo ronronear a Eva. Poco a poco los fue extendiendo a los laterales, rozando sus pechos, y a su culo. Cambió a sus pies y fue ...
    ... subiendo por sus muslos hasta llegar de nuevo a su culo. Prestó especial atención a sus muslos y la zona de las ingles. Eva fue separando poco a poco las piernas, buscando el roce en su zona íntima, de esas manos que recorrían su cuerpo. Isabel la hizo darse la vuelta para aplicar la crema por delante, volviendo a comenzar por su cuello. Bajó hasta sus pechos, sin llegar a tocar sus pezones, duros como piedras. Bajó por su vientre y continuó por su pelvis y piernas. Subió nuevamente por el mismo camino, pero esta vez acarició sus pezones, al tiempo que se inclinaba sobre su boca para besarla. Eva volvió la cara para mirar lo que hacían las demás. Isabel subió una mano para tomarla de la barbilla, y girar la cara hacia ella, depositando un suave beso en sus labios, para luego abrirlos y besarla en profundidad. Eva, cada vez más excitada, respondió al beso con pasión. Siguieron besándose, alternando unas veces con intensidad y otras tiernamente, hasta que Isabel sintió que ella estaba totalmente entregada, entonces empezó a meterle mano sobre su pubis, a lo que Eva respondió interrumpiendo el beso y girando la cabeza para emitir un gemido al tiempo que tensaba su cuerpo. Isabel se desplazó para lamer los pezones que se le ofrecían enhiestos y duros. Las tetas de Eva eran hermosas, de grandes pezones oscuros en el centro de unas aréolas también oscuras y bien proporcionadas en unos pechos que escapaban ligeramente de las manos al ser abarcados. Eva perdió su timidez y repulsa, ...
«1...345...10»