Viajando en el tiempo (3)
Fecha: 21/10/2017,
Categorías:
Grandes Series,
No Consentido
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... alargando sus manos y posándolas sobre las tetas de Isabel. Eran grandes y bonitas también. Acarició los pezones suavemente, deseando lamerlos como ella hacía con los suyos, haciendo llegar a su cerebro una serie de sensaciones de placer que humedecían su vagina y la hacían revolverse y agitarse en el camastro. Los pechos de Isabel escaparon de sus manos cuando ésta comenzó a bajar lamiendo y besando su cuerpo. Su respiración iba agitándose cada vez más. Sabía lo que se avecinaba. Lo había visto muchas veces en las películas porno que alquilaba su marido y que se las obligaba ver a su lado, unas veces pajeándolo despacio, otras chupándosela o metiéndole mano a ella, pero este nunca se lo había hecho y ella no se atrevía a pedírselo. Imaginaba que iba a ser placentero. Lo que había visto así parecía indicarlo, a tenor de lo que reflejaban las mujeres receptoras de esas caricias, pero Isabel no fue directa a su botón de placer. Separó con calma los pelos que poblaban su coño y recorrió con la lengua los bordes de su vulva. Eva se movía para intentar llevar esa lengua a su excitado clítoris, pero Isabel lo evitaba. Por fin, Isabel se colocó sobre Eva en un 69 y aproximó su coño chorreante a su cara. Siguió jugando con los pelitos y el borde de su vulva, hasta que Eva entendió lo que quería de ella. También lo había visto en alguna película donde dos mujeres hacían el amor. Empezó a pasar tímidamente la punta de la lengua por los bordes. Su nariz se impregnó del aroma a sexo ...
... excitado y su lengua saboreó la humedad que lo impregnaba. Le resultó agradable y siguió con el recorrido de su lengua, hasta que chocó con el prominente clítoris, hinchado ya por las manipulaciones anteriores. Isabel, al comprobar que ya se había enterado de lo que tenía que hacer, atacó su clítoris con rápidos roces de lengua que la hicieron arquear su cuerpo por el latigazo de placer. Eva, consciente de su papel, repitió en Isabel lo mismo, pero ésta, bajó su pelvis para presionar su clítoris y frotarlo contra la lengua y estalló en una fenomenal corrida. Gracias al excitante que les suministraban, nada más correrse, Isabel, pidió a Eva que no parase, que siguiese comiéndole el coño. Por su parte, le metió primero un dedo y luego dos, haciendo que Eva se retorciese de placer. Todo era chupar clítoris y follar con los dedos por ambas partes. Los coños estaban totalmente empapados. Eran ríos de líquido. Ambas se corrieron a la vez. Eva pensó que era el mejor orgasmo de su vida, pero no fue el último. Cambiaron varias veces de posición y se hicieron de todo. Eva alcanzó cinco orgasmos y terminaron ahí porque dieron la hora de acostarse. Le costó conciliar el sueño. A ratos se despertaba excitada y tenía que masturbarse para quedar tranquila. Estaba asustada, pues nunca le había pasado eso, encontrarse tan excitada en todo momento y necesitar tanto sexo y encima que resultase tan placentero. Por suerte les asignaban diez horas para dormir, y cuando las despertaron, se encontraba ...